Los diputados y senadores mexicanos gastaron 755 millones más de lo que tenían presupuestado para 2015.
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Los legisladores se pasaron del gasto que se les asignó, pese a que en febrero de ese año publicaron los Lineamientos de Racionalidad, Austeridad y Transparencia Presupuestaria que indicaban su obligación a definir e implementar “acciones específicas de ahorro” para que “con menos recursos públicos se alcancen los objetivos y metas establecidas”.
Los diputados se pasaron por 473 millones 684 pesos y los senadores por 281 millones 384 pesos.
De ese monto, el 89% fue utilizado para aumentar el gasto en sueldos, salarios y prestaciones, pues las dos Cámaras ejercieron 671 millones 803 mil 156 pesos más de los que tenían para ese concepto, según datos de la Cuenta Pública que elabora la Secretaría de Hacienda.
En los Lineamientos de Racionalidad, Austeridad y Transparencia Presupuestaria que se publicaron en el Diario Oficial de la Federación en febrero de 2015 las dos Cámaras se comprometieron a ajustar su gasto en “razón del impacto de la situación económica y financiera mundial”.
El documento del Senado incluso añade que para la partida de Servicios Personales, la contratación de personal y de prestadores de servicios deberán sujetarse “al monto presupuestario aprobado”.
En la Cuenta Pública 2015 se justifica el aumento de 4.9% en la partida de Servicios Personales del Senado por el “incremento en el rubro de asignaciones por concepto de remuneraciones a los prestadores de servicios profesionales” y por mayores “compensaciones por concepto de retiro”.
En el caso de los Diputados, esa Cámara prometió reducir su gasto durante el año pasado al eliminar las comisiones especiales que ya hubieran cumplido con su objetivo de creación y disminuyendo la partida de servicios personales.
Su justificación para ejercer 13% más de lo presupuestado es que aumentó la contratación de personal bajo el régimen de honorarios; así como el sueldo a empleados de confianza y de base.
Pero en lo que también se gastó de más fue en los apoyos “para cubrir contribuciones fiscales derivadas de diferentes prestaciones para los diputados” y para el “pago de gratificaciones por término de la relación laboral, debido al cierre de la LXII Legislatura”.
En febrero de 2015, el líder del PRI en el Senado, Emilio Gamboa dijo que la publicación de esos Lineamientos respondía a un “gran esfuerzo del Senado” para aplicar una política de austeridad y de “amarrarse el cinturón”.
Los datos sobre los recursos públicos ejercidos durante 2015 muestran otra historia: las dos Cámaras gastaron más de lo que tenían presupuestado y lo concentraron en la partida destinada a salarios y prestaciones.