Los Congresos locales en México manejan presupuestos millonarios y en algunos casos los gastos son superiores a los que erogan países del primer mundo, se expone en un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), un centro de análisis compuesto por académicos y empresarios. Un ejemplo del gasto desmedido es la Asamblea Legislativa del Distrito Federal que ha destinado hasta 2,9 millones de dólares por diputado, mientras que Holanda eroga apenas un millón de pesos (unos 54.000 dólares) por sus congresistas. «También destaca que los presupuestos de nuestros congresos son superiores a los presupuestos de las cámaras bajas de Japón, Canadá, Alemania, Colombia y Chile», se agrega.
El Informe Legislativo 2016 analiza la composición, manejo de recursos y desempeño de los 32 congresos locales del país. Se encontró que existen grandes diferencias en los presupuestos, pese a que la función parlamentaria es la misma. En cinco recintos estatales: Ciudad de México, Baja California, Estado de México, Sonora y Jalisco, el recurso asignado por diputado es superior al de la Cámara de Diputados Federal. Además casi la mayor parte del dinero que gastan los congresistas locales al año (57,7%) se destina a la remuneración del personal.
Otro de los hallazgos es que en los últimos 40 años el número de diputados se triplicó, al pasar de 369 en 1974 a 1.125 en la actualidad. El Estado de Baja California es el que tiene la menor cantidad de diputados (21) mientras que el Estado de México y la Ciudad de México, son las entidades que poseen el mayor número con 75 y 66 congresistas, respectivamente.
La burocracia también atrapa a las legislaturas. En la Ciudad de México hay 30 empleados por cada diputado
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Los parlamentos locales, que deberían actuar como un poder de contrapeso del gobernante en turno, parecen acatar sumisamente los designios del Ejecutivo. Según el estudio en 22 Congresos se aprobaron más del 80% de las iniciativas del gobernador y de esos Estados en ocho congresos aprobaron la totalidad de las propuestas del mandatario.
El presupuesto de los Congresos, que se destina a sueldos y salarios, costos materiales, gastos operativos y diversos insumos, entre otros, ha tenido un crecimiento del 9,5%. En 2012 se destinaron alrededor de 567,4 millones de dólares, mientras que en 2016 se ejercerán unos 725,9 millones de dólares. El Instituto de la Competitividad recomendó regular la administración y asignación de recursos a las diversas áreas internas de los congresos, como los órganos de gobierno, las comisiones, los comités y los centros de estudios.
La burocracia también atrapa a las legislaturas. En promedio, existen 11 plazas por diputado. Colima tienen dos empleados por legislador, mientras que en Morelos y en la Ciudad de México hay 25 y 30 por cada representante popular, respectivamente. El análisis concluye que no existe información clara y completa de la labor de los diputados, por lo que no se puede medir su desempeño.
