La antigua fábrica de Oskar Schindler (1908-1974), empresario y espía alemán que salvó la vida de más de un millar de judíos durante la II Guerra Mundial, en la localidad checa de Brnenec, y el terreno del ex campo de concentración adyacente, serán convertidos en un nuevo memorial del Holocausto.
Así lo informó este lunes el diario checo Pravo, según el cual una fundación ha comprado ya el terreno en la citada localidad del centro-oriental del país, a donde en 1944 Schindler trasladó su factoría de esmalte y munición de Cracovia.
El fundador y director del «The Endowment Fund Memorial of Shoah and Oskar Schindler», Jaroslav Novak, explica al rotativo que ya cuenta con el apoyo de las autoridades locales pero busca aún medios para financiar el proyecto, cuyo objetivo es reconstruir todo el complejo, incluidas las torres de control y el campo en el que habían sido recluidos los trabajadores de la fábrica.
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Según una biografía del historiador estadounidense David M. Crowe, Schindler, famoso gracias a la exitosa película de Steven Spielberg La lista de Schindler, fue «un oportunista con corazón de oro» que salvó la vida de mil 200 judíos durante el nacionalsocialismo.
Gracias a sus buenos contactos con las autoridades nazis de Cracovia, adquirió la Deutsche Emailwarenfabrik, llamada «Emalia», que había sido propiedad de un judío y que luego trasladó a Brnenec con los centenares de trabajadores judíos que empleó y salvó así de ser deportados a los campos nazis de exterminio