El presidente estadounidense, Barack Obama, autorizó el envío de «cerca de 600» soldados adicionales a Irak en apoyo a la ofensiva para recuperar Mosul, el último gran bastión del grupo Estado Islámico en el país, dijo este miércoles el secretario de Defensa, Ashton Carter.
«Estas tropas tendrán fundamentalmente la tarea de fortalecer a las fuerzas de seguridad iraquíes, así como a las tropas peshmergas (kurdas), en las operaciones para aislar y romper el control del EI sobre Mosul», dijo Carter a la prensa.
Otra tarea será «proteger y expandir los progresos de las fuerzas iraquíes en otras partes del país».
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Las tropas estadounidenses tendrán como destino Qayyrah, una base aérea a unos 65 kilómetros al sur de Mosul y que ayudará en el tránsito de soldados y suministros hacia la ciudad.
También habrá tropas en la base militar conjunta de Al Asad.
Poco antes, una alta fuente de la Casa Blanca que solicitó el anonimato, había adelantado que Washington estaba «listo» para el envío de tropas.
«Estados Unidos está listo para enviar fuerzas militares suplementarias para entrenar y aconsejar a los iraquíes en el instante en que la preparación para la campaña por Mosul se intensifique», había dicho la fuente.
La ONU ha advertido de que una operación militar contra esa ciudad podría provocar el desplazamiento de hasta un millón de personas.
Obama había mantenido la semana pasada un encuentro con Al Abadi en Nueva York y posteriormente estimó que la ofensiva debería ser lanzada «muy en breve».
«Será una batalla difícil. Mosul es una ciudad enorme», había señalado.
El objetivo, explicó, no es solamente expulsar al grupo EI de la ciudad, sino también preparar lo que viene después: «debemos estar preparados para suministrar ayuda humanitaria y reconstruir la ciudad».
Además del despliegue de consejeros militares, Estados Unidos aporta un apoyo aéreo crucial a las fuerzas gubernamentales iraquíes en sus operaciones antiyihadistas. AFP
