El horror, el terror y también la alegría fueron los instantes capturados en impactantes imágenes divulgadas este miércoles por la AFP durante el rescate de varios barcos de migrantes en el mar Mediterráneo, un crudo testimonio del fenómeno que divide a Europa.
«Hubo pánico a bordo, gente que saltaba al agua», contó Aris Messinis, fotógrafo de la AFP, testigo directo del drama de los migrantes desde el barco Astral, la embarcación de la ONG española ProActiva Open Arms.
El martes fue una pesadilla para la tripulación del Astral, que empezó su labor de rescate de embarcaciones en alta mar a las cinco de la mañana, cuando apenas se lograba divisar el horizonte.
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Las imágenes de Messinis resultan un testimonio sobrecogedor, con cientos de personas, entre ellas niños y mujeres, apretujadas y aterrorizadas hasta más no poder en un barco de madera y en lanchas neumáticas, donde contó y fotografió varios de los 22 cadáveres aplastados en el fondo de la embarcación.
El Astral es un pequeño velero, su función es identificar a los barcos cargados de migrantes, distribuir chalecos salvavidas, dar ayuda a los más vulnerables y enfermos, y mantener la calma para garantizar que el traslado a los botes de rescate más grandes sea segura.
El martes, buena parte de los buques que patrullan y rescatan migrantes en el Meditarráneo estaban ocupados con el traslado de los 6.000 migrantes socorridos en una sola jornada la víspera.
Hasta que regrese a la zona el buque Libra, de la Marina italiana, el Astral es el único que patrulla la zona junto con un avión militar.
Las fotos de Messinis muestran cómo las largas horas de espera a la deriva generaron el pánico: los migrantes agotados, con los ojos enrojecidos, se arrojaban al agua para tratar de aferrarse a los pocos botes de salvamento.
El fotógrafo de la AFP asistió conmovido al conteo en una lancha de los cadáveres de 19 mujeres y diez hombres, quienes murieron asfixiados, en algunos casos aplastados dentro de las embarcaciones. Los cuerpos de dos hombres y una mujer flotaban tras morir ahogados. AFP