Más de seis mil 500 inmigrantes indocumentados han muerto en la frontera de Estados Unidos con México desde 1998, como consecuencia de las estrategias de militarización implementadas en esta zona por el gobierno estadounidense.
Lo anterior fue denunciado por el Centro Colibrí para los Derechos Humanos, al exponer sobre la muerte y desaparición de inmigrantes. Agregó que la tercera parte de esas muertes (unas dos mil 400) ocurrió en la frontera de Arizona con México.
De acurdo con el centro, las estrategias de vigilancia establecidas por Estados Unidos en la frontera con México desde mediados de la década de 1990 bajo la teoría de “prevención y desaliento”, no han desanimado a los inmigrantes a cruzar la frontera:
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A lo que Reyna Airbi, representante del grupo, destacó: “En vez de ello han canalizado las rutas de inmigración hacia áreas remotas y peligrosas del desierto, provocando que sus intentos de cruce sean más peligrosos y mortales”.
Cientos de restos de cuerpos de presuntos indocumentados han sido encontrados en el desierto y permanecen sin ser identificados, clasificados como “desconocidos” en las morgues de los condados fronterizos.
