Campesinos, indígenas, estudiantes, víctimas y ciudadanos comunes marcharon el miércoles en varias ciudades de Colombia al grito de «acuerdo firmado, acuerdo respetado», para hacer valer un pacto de paz entre el gobierno y las FARC rechazado días atrás en un plebiscito.
«Todos somos víctimas de un mismo conflicto», dijo Johana Dagua, 32, una indígena nasa de Corinto, en el departamento del Cauca — una de las zonas más golpeadas por los enfrentamientos entre la guerrilla y el Ejército — mientras caminaba hacia el centro de Bogotá.
La manifestación transcurría bulliciosa una semana después de la multitudinaria «Marcha del silencio» y también reclama al gobierno — que dialoga paralelamente con las FARC y la oposición encabezada por el ex presidente Álvaro Uribe — que saque al país del impasse político cuanto antes.
Ciudadanos esperaban la llegada de las víctimas y les iban entregando flores, margaritas y claveles blancos en nombre de la paz, y hacerles un corredor humano hasta la emblemática plaza de Bolívar.
Diana Gómez, 38, sostenía una pancarta con más de cien fotografías de muertos y desaparecidos a manos de crímenes del Estado, según denuncian.
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«Las víctimas estamos peligrando, necesitamos un acuerdo ya», declaró esta hija de un activista asesinado y desaparecido en 2006. El caso, asegura, lleva diez años estancado en la Fiscalía.
Los universitarios, uno de los colectivos que más ha impulsado las movilizaciones desde que los acuerdos de paz perdieron el apoyo ciudadano en el plebiscito del 2 de octubre — por menos de medio punto porcentual y con más del 60% de abstención — recibieron para esta jornada el apoyo de rectores de centros públicos y privados, que invitaron a los estudiantes a unirse a la marcha.
«Esos 50.000 votos nos tienen dependiendo de la derecha», lamentó María Antonia Velasco, 64, guerrillera del M-19 desmovilizada hace décadas.
Mientras los partidarios del «sí» tratan de extender las protestas ciudadanas, la oposición a los acuerdos sigue firme en su posición de exigir cárcel para los altos mandos de las FARC, algo que no contempla el acuerdo firmado en Cartagena el 26 de septiembre. AP