La «Jungla» de Calais, el inmenso campamento en el norte de Francia donde se hacinan en condiciones infrahumanas miles de migrantes, comenzará a ser evacuado el lunes por la mañana, anunciaron el viernes las autoridades.
A seis meses de las elecciones presidenciales en Francia, el gobierno socialista de François Hollande había prometido hace unas semanas que este asentamiento de migrantes sería desmantelado antes de fines de año.
Algunos migrantes ya fueron dirigidos en las últimas semanas a centros de acogida en toda Francia. Los 6.400 que aún quedan en la «Jungla», según las últimas estimaciones oficiales, aguardan resignados la llegada de las excavadoras que demolerán el campamento.
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La decisión oficial fue afichada el viernes por la noche, en varias lenguas, en la entrada de la «Jungla», constató un periodista de la AFP. Funcionarios de los servicios de inmigración comenzarán el domingo por la tarde a informar a los migrantes sobre los detalles del operativo, que durará una semana.
Realizaremos con éxito este «desafío humanitario», aseguraron el ministro del Interior Bernard Cazeneuve y de Vivienda Emmanuelle Cosse en una tribuna en el diario Le Monde, aunque las oenegés presentes en el terreno advierten contra los riesgos de llevar a cabo un operativo de forma precipitada.
Uno de los temas más delicados sobre este desmantelamiento concierne la gestión de unos 1.290 menores no acompañados, de los cuales muchos quieren llegar a Reino Unido donde dicen tener familiares.
Desde hace unos días varios menores han podido entrar al Reino Unido (52 en cuatro días frente a 83 entre marzo y septiembre) gracias a la presencia de funcionarios británicos para gestionar los pedidos.
Reino Unido «ha comenzado» a «asumir todas sus responsabilidades», señalaron satisfechos los dos ministros franceses, y anticiparon que este movimiento se «acelerará».
No obstante, la llegada de estos jóvenes migrantes divide a la opinión pública británica, entre la cual ha surgido una polémica sobre la verdadera edad de los migrantes.
El diputado conservador David Davies, quien estimó que los chicos en cuestión «no parecen menores», pidió que se realicen verificaciones con exámenes dentales.
Pero otras localidades han acogido a estos jóvenes con los brazos abiertos. Es el caso de Croydon, al sur de Londres, donde un grupo de personas recibió el miércoles calurosamente a jóvenes provenientes de Calais, según medios de comunicación.
Alain Juppé, el candidato favorito de las primarias de la derecha para las elecciones presidenciales francesas, estimó que Francia «no puede seguir tolerando lo que está sucediendo en Calais», en una entrevista con seis diarios europeos.
«No podemos aceptar que se haga sobre suelo francés la selección de personas que Reino Unido quiere aceptar o no. Es Reino Unido el que debe hacer su trabajo», señaló.
La renegociación de los acuerdos de Touquet firmados en 2003 entre París y Londres, y que sitúan a la frontera entre los dos países en Calais, es un pedido recurrente de los políticos franceses, aún más desde el Brexit. AFP
