Rusia asestó el miércoles un nuevo revés a la Corte Penal Internacional (CPI), al anunciar que retirará su firma del tratado fundador, lo que hizo que el tribunal inaugurara su 15ª Asamblea con un llamado a no abandonar esta jurisdicción «única».
Varios países africanos ya habían anunciado que abandonaban la CPI.
«Les envío un mensaje solemne: ¡No se vayan!», declaró el presidente de la corte, Sidiki Kaba, al inaugurar la 15ª Asamblea de Estados, dirigiéndose a Gambia, Sudáfrica y Burundi.
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«En un mundo sacudido por el extremismo violento (…) es urgente y necesario defender el ideal de justicia para todos», dijo.
Gambia notificó de forma oficial el lunes a Naciones Unidas su retirada de la CPI, después de Sudáfrica y de Burundi, en octubre. Esta retirada toma efecto un año después de la recepción de la notificación.
El miércoles, Rusia anunció su intención de retirar su firma del tratado fundador, el Estatuto de Roma, que había sellado en el 2000, aunque nunca lo había ratificado.
El gobierno ruso reprocha a esta instancia no ser «verdaderamente independiente» y no cumplir «con las grandes expectativas que generó».
Horas antes del anuncio de Moscú, Kaba denunció una «justicia de geometría variable», en alusión al bloqueo de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU a varios intentos para llevar la situación de Siria a la CPI.
«El derecho de veto no tiene que ser un privilegio, tiene que ser una gran responsabilidad y tiene que estar supervisado cuando hay crímenes en masa», destacó Kaba.
El presidente se opone a la política de «doble rasero», una situación de la que, según él, «la CPI también es víctima».
Fundada en 2002, «la corte atraviesa momentos difíciles, pero creo en las virtudes de un diálogo constructivo dentro de esta Asamblea», admitió Kaba, que también es ministro de Justicia en Senegal.
En el continente africano, Kenia, Namibia y Uganda, grandes detractores de la CPI, podrían ser los próximos en abandonar el tribunal, según los expertos. A finales de octubre, Sudán lanzó un llamamiento a todos los países africanos para que se retiraran de la corte.
Actualmente, nueve de las 10 investigaciones llevadas a cabo por este tribunal conciernen a países africanos. La otra es sobre Georgia.
El lunes, la fiscal jefe de la CPI había revelado los primeros resultados de un examen preliminar sobre Afganistán.
Fatou Bensouda aseguró «tener una base razonable que permite creer» que las fuerzas armadas de Estados Unidos, la CIA, los talibanes y sus aliados así como las fuerzas gubernamentales afganas cometieron crímenes de guerra.
Durante la Asamblea, Bensouda afirmó la voluntad de su oficina de continuar su mandato: «No debemos y no permitiremos que las leyes sean silenciadas en tiempo de guerra y de conflicto. No ante nuestros ojos, no en nuestra época», dijo.
Para el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, «no es el momento de abandonar el puesto, sino de buscar soluciones y de fortalecerse».
«No traicionéis a las víctimas», alertó.
«Al mismo tiempo que los poderosos intentan abandonar la corte, las víctimas, en todas partes, defienden su mejora», afirmó. Para él, se trata de una «forma única de protección». AFP