
Los campesinos del sur de Nicaragua que se oponen a la construcción de un canal interoceánico suspendieron hoy una protesta nacional en Managua a causa de la represión policial que les impidió llegar a la ciudad y desembocó en sucesos violentos que dejaron al menos 13 heridos.
Los campesinos se encontraron en su camino con un fuerte despliegue policial que incluyó retenes, disparos de armas de fuego, de balas de goma y de bombas lacrimógenas, según denunciaron los organizadores, que también informaron de la deportación de un periodista británico que daba cobertura a la convocatoria.
La líder del Consejo de la Tierra, Lago y Soberanía, Francisca Ramírez, anunció esta tarde la suspensión de la manifestación campesina «ante la represión de la Policía y el Ejército».
«Decidimos no insistir más porque queremos demostrar que no somos violentos», dijo Ramírez a la prensa.
Los campesinos habían convocado desde hace varias semanas que protestarían este miércoles en Managua contra el proyecto del canal interoceánico, cedido a la firma china HKND Group por 50 años, prorrogables por otros 50, para llamar la atención en el marco de la visita del secretario general de la OEA, Luis Almagro, programada para mañana, jueves.
Los activistas de la tierra denunciaron que el Gobierno rompió caminos, atacó con balas de goma y de plomo a los manifestantes que intentaban llegar a Managua, y requisó vehículos privados y de transporte público en cada entrada y salida de los municipios del norte, sur, centro y Pacífico de Nicaragua.
La noche del martes, cuando ya habían emprendido viaje, hubo un enfrentamiento que produjo al menos siete campesinos heridos, uno de gravedad, y seis policías lesionados, según las versiones de ambas partes.
La Policía informó hoy que sus acciones respondían a «razones de seguridad» y calificó como «grupos vandálicos» a quienes planeaban protestar hoy en Managua.
«Grupos vandálicos agredieron con piedras, garrotes, machetes y morteros, sabiendo que la Policía Nacional realizaba labores de orden público», dijo el subdirector de la Policía nicaragüense, Francisco Díaz, consuegro del presidente del país, Daniel Ortega.
El jefe policial no especificó a quiénes agredieron los campesinos, pero afirmó que en la revuelta «resultaron seis policías lesionados», sin referirse a la situación de los civiles heridos.
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La Fundación Popol Na, que asesora a los campesinos «anticanal», calificó como «una total falacia y una mentira» las declaraciones de la Policía Nacional.
«La nación entera sabe que hay un estado de sitio, de facto, no solo en la ruta canalera sino en el país entero», denunció la directora de Popol Na, Mónica López Baltodano.
Durante la jornada, las autoridades retuvieron al periodista británico Ivan Broadhead, quien dijo escribir para el South China Morning Post y luego fue deportado, un suceso al que también evitó referirse la Policía.
El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes llamó a la paz luego de que los campesinos suspendieran la marcha y pidió a las autoridades evitar la confrontación.
«No solo hablemos de paz, sino que seamos verdaderos constructores de paz (…) exhortamos a nuestras autoridades a evitar la confrontación, y a todas aquellas personas que, de una u otra forma manifiestan sus ideas, las hagan en un ambiente pacífico», exhortó Brenes.
El cardenal nicaragüense recordó que «la misma Constitución permite las manifestaciones, sobre todo si tienen carácter pacífico».
Diputados del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) explicaron que el Gobierno actuó en base de la Ley de Seguridad Soberana, que establece como «amenaza» casi cualquier actividad que el Ejecutivo considere en contra del Estado.
Los campesinos del sur de Nicaragua se oponen al proyecto del canal porque, según alegan, no fueron consultados, y porque la ley que lo rige los obliga a abandonar sus tierras sin derecho a apelar.
El Gobierno de Nicaragua espera que el canal interoceánico, cuyo tamaño será tres veces mayor al de Panamá, según su concesionaria, duplique el PIB del país durante su construcción, prevista para iniciar en diciembre próximo. ACAN-EFE