Rubén Giacchi, ministro de Salud de la provincia de Mendoza, en el oeste de Argentina, renunció a su cargo en el medio de un escándalo, luego de que su expareja lo denunciara por violencia de género.
Giacchi, que ocupaba la cartera sanitaria desde diciembre del 2015, presentó su renuncia por medio de una llamada telefónica a Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza, una provincia que queda a más de 1.000 kilómetros de Buenos Aires, en la frontera con Chile.
«La decisión se debe a una denuncia realizada en contra de Giacchi, por parte de su actual pareja, por lesiones leves. Se realizó en la Oficina Fiscal N° 15 de Carrodilla», afirmó el gobierno de Mendoza en un comunicado.
«El gobernador consideró conveniente aceptarle la renuncia y si, luego de finalizada la investigación, los resultados indican que no tiene responsabilidades, dejar abierta la posibilidad de que se vuelva a incorporar al equipo de trabajo», indicó la nota.
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Laura García García, la mujer que denunció a Giacchi por lesiones leves, trabaja actualmente en el Ministerio de Salud local como subdirectora de Asuntos Profesionales y Concursos.
La problemática de los feminicidios que afecta a Argentina ha provocado una contundente reacción popular a través del movimiento «Ni Una Menos», en el que millares de mujeres y hombres marcharon el último 19 de octubre hasta la histórica Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno, horrizados por el brutal asesinato de una adolescente que fue drogada, violada y empalada en Mar del Plata (sur).
Tres días después de la marcha de «Ni una Menos», un hombre de 30 años asesinó a su expareja, la hermana de la mujer y a la abuela de ambas e hirió de gravedad a una bebé de siete meses y a un niño de 11 años en Godoy Cruz, un barrio residencial de Mendoza, que ahora vuelve a estar bajo la lupa.
La consigna «Ni Una Menos» tiene amplio apoyo en las redes sociales en Argentina, donde hubo más de 230 feminicidios durante 2016, de acuerdo la ONG Casa del Encuentro. Según el Registro Nacional de Feminicidios de la Corte Suprema, en el país se mató a una mujer cada 36 horas durante 2015.