Una avalancha sepultó un pequeño hotel de lujo en las montañas del centro de Italia durante la noche tras una serie de fuertes terremotos en el área, enterrando a unas 30 personas bajo toneladas de nieve y escombros, dijeron responsables el jueves.
Medios italianos dijeron que tres cadáveres habían sido recuperados del lugar. Los equipos de rescate declinaron realizar comentarios sobre las cifras, pero dijeron que aún no habían encontrado señales de vida.
Sólo partes del tejado y una hilera de ventanas eran las únicas partes visibles de las cuatro plantas del Hotel Rigopiano después de que una pared de nieve se estrellara contra el spa de cuatro estrellas el miércoles por la noche.
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«El hotel está casi completamente destruido, les hemos estado llamando, pero no hemos escuchado ni respuestas, ni voces», dijo Antonio Crocetta, miembro del equipo de rescate alpino en el lugar de los hechos.
«Estamos cavando y buscando gente», dijo a Reuters por teléfono desde la aislada ubicación en la cordillera del Gran Sasso, en la región central de los Abruzos.
Los equipos de rescate entraron en lo que parecía ser un vestíbulo decorado con pinturas al óleo y plantas, donde la avalancha atravesó una pared, según imágenes de televisión.
A decenas de metros de distancia se divisaban colchones y muebles, según medios, y perros rastreadores colaboraban en la búsqueda de posibles supervivientes.
«Estoy vivo porque fui a buscar algo a mi coche», dijo uno de los dos supervivientes, Giampiero Parete, al personal médico.
Los medios italianos dijeron que Parete estaba de vacaciones con su mujer y dos hijos, que están desaparecidos
El primer ministro Paolo Gentiloni hizo un llamamiento a la unidad nacional, diciendo que Italia estaba atrapada en un «círculo vicioso sin precedentes» de terremotos y fuertes nevadas.
Los metros de nieve acumulados en el Gran Sasso en los últimos días obstaculizaban la operación de rescate. En algunos puntos, la nieve tenía una altura de cinco metros y las máquinas quitanieves tenían dificultades para abrirse camino a través de las sinuosas carreteras de montaña.
Los primeros equipos de rescate lograron llegar a las 4.30 de la mañana (0330 GMT) después de tener que esquiar en medio de una tormenta de nieve para llegar al sitio. Después del amanecer, los servicios de emergencia enviaron helicópteros.
Un campamento base para trabajadores de rescate fue establecido en la ciudad de Penne, a unos 10 kilómetros de distancia, donde esperaban las ambulancias.
La avalancha desplazó el hotel de 43 habitaciones, que está a 1.200 metros sobre el nivel del mar, unos 10 metros colina abajo, según medios.
El desastre ocurrió unas horas después de cuatro terremotos con una magnitud de más de 5,0 en el centro de Italia, que provocaron temores sobre posibles avalanchas. Reuters