
La implementación de la hoja de ruta de Washington y Ankara sobre la ciudad estratégica siria de Manbij permitirá «restablecer la confianza» entre los dos aliados, que se oponen en numerosos temas, estimó este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu.
«La aplicación de esta hoja de ruta nos ayudará a reconstruir la confianza entre dos aliados», dijo el ministro en una entrevista con la AFP.
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El ministro se mostró no obstante cauto, afirmando que «Washington no cumplió sus promesas en el pasado». La hoja de ruta «debe aplicarse. Sino, la confianza se perderá», insistió.
«Pero creo que (Estados Unidos) comprendió que es un tema crucial», agregó respondiendo a la AFP durante un viaje a Antalya (sur), en el marco de la campaña para las legislativas del 24 de junio.
La ciudad de Manbij, de mayoría árabe, situada a 30 km de la frontera turca, está bajo control de las Unidades de Protección Popular (YPG), una milicia kurda considerada como «terrorista» por Turquía, pero aliada de Estados Unidos en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Las YPG constituyen la columna vertebral de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), la alianza de combatientes árabes y kurdos que tuvo un papel clave para hacer retroceder al EI en Siria y que tomó Manbij a los yihadistas en 2016.
El apoyo de Estados Unidos a esta milicia tensó claramente las relaciones de Washington con Ankara, que considera a las YPG como un apéndice en Siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), catalogado como «terrorista» por Turquía, EEUU y la Unión Europea (UE).
Turquía amenazó en varias ocasiones con atacar Manbij, en donde las tropas estadounidenses y francesas de la coalición internacional antiyihadista están desplegadas.
Pero el lunes en un encuentro en Washington, Cavusoglu y su homólogo estadounidense Mike Pompeo aprobaron una «hoja de ruta» conjunta para garantizar la seguridad y la estabilidad de Manbij.
– ‘Erradicar a las YPG’ –
«El objetivo de la hoja de ruta es erradicar a las YPG/PKK de Manbij, luego trabajaremos (con EEUU) para establecer un marco de seguridad, y decidiremos juntos quién administrará la ciudad», explicó el ministro.
Se trata de un «marco político amplio» cuyos «detalles aún deben ser negociados» y cuya implementación «se hará etapa por etapa en función de la situación en el terreno», explicó a la prensa el martes un alto responsable del departamento de Estado estadounidense.
Sin hacer referencia al acuerdo turco-estadounidense, las YPG anunciaron el martes que retiraban de Manbij a sus últimos «consejeros militares», a cargo de formar combatientes antiyihadistas locales.
«No estoy seguro de que estén retirándose», reaccionó Cavusoglu, afirmando que supieron de esta retirada a través de la prensa.
«En el pasado, Estados Unidos nos dijo que (las YPG) se habían ido, y no fue el caso», continuó.
La presencia de las fuerzas kurdas sirias en la frontera con Turquía irrita a Ankara, que desde 2016 lanzó dos ofensivas militares en el norte sirio para expulsarlas.
Ankara lanzó en enero de 2018 otra ofensiva para expulsarlas, lo que hizo en la localidad siria de Afrin. Desde entonces amenaza con ampliar la ofensiva hacia el este, incluso en el norte de Irak. AFP