La falta de reconocimiento de las Organización de Estados Americanos (OEA), a los «resultados» de las elecciones que Daniel Ortega declaró como inicio de un cuarto mandato para los nicaragüenses, ha terminado en su adiós de Nicaragua.
De acuerdo a lo que se ha informado a través de los medios oficiales del país centroamericano, el edificio que ocupaban las oficinas de la OEA, fue declarado de utilidad pública y pasará al Estado, que lo convertirá en lo que se denomina: «el museo de la infamia».
La información ha sido dada a conocer por la vocera del régimen, Rosario Murillo, durante su habitual discurso diario que se publica en medios oficiales y se ha publicado después de la expulsión de la delegación de la OEA, ocurrida el pasado domingo y que se llevó a cabo custodiado por agentes de la policía.
«Que más infame que ese ministerio de colonias», añadió Murillo en referencia al organismo hemisférico, tras confirmar su «expulsión».sr490.com