Al menos 13 personas murieron el sábado en la explosión de un coche bomba en Tal Abyad, ciudad controlada por las fuerzas turcas en el norte de Siria.
Por otra parte, miles de personas se manifestaron contra Turquía el sábado en una localidad dominada por los kurdos.
Tal Abyad, ciudad fronteriza con Turquía, fue conquistada por las fuerzas turcas tras una ofensiva que lanzó Ankara el 9 de octubre contra una milicia kurda.
La explosión, que tuvo lugar en un mercado, mató a 13 civiles e hirió a 20 personas, según el ministerio turco de Defensa. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó por su parte de la muerte de 14 personas, civiles y rebeldes apoyados por Ankara.
En imágenes grabadas por un colaborador de la AFP, se ve a una víctima con quemaduras graves en el rostro transportada por varios hombres hasta una camioneta.
Otras personas intentan apagar con bebidas gaseosas las llamas que envuelven dos motos carbonizadas.
Nubes de humo gris y negro emergen de un montón de escombros, cemento y chatarra esparcidos en la calle donde se produjo el atentado. Las persianas metálicas de las tiendas están retorcidas por la explosión.
– «Ocupación turca» –
Ankara atribuyó el ataque a la milicia kurda de las Unidades de Protección Popular (YPG), pero el OSDH no identificó por el momento a los responsables.
«Condenamos […] este atentado inhumano perpetrado por los terroristas sanguinarios de las YPG contra civiles inocentes en Tal Abyad», declaró el ministerio turco de Defensa en un comunicado.
Un portavoz de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) -dominadas por las YPG- acusó por su parte a Turquía y a sus aliados sirios de ser los responsables del ataque.
«El ejército turco y sus apoyos crean el caos en Tal Abyad con explosiones contra civiles» para obligarlos a huir y reemplazarlos por refugiados sirios que viven en Turquía, reaccionó Mustafa Bali en su cuenta de Twitter.
La ofensiva permitió a Turquía conquistar una franja de territorio de 120 km de largo y unos 30 km de ancho desde Tal Abyad hasta Ras al Aín.
Ankara desea instaurar una «zona de seguridad», donde a largo plazo pretende realojar a dos millones de sirios refugiados en suelo turco.
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El objetivo era alejar a las YPG de la frontera turca. El viernes, tropas turcas y rusas efectuaron sus primeras patrullas conjuntas para garantizar la retirada total de las fuerzas kurdas.
El sábado, en la ciudad de Qamishli, dominada por los kurdos, a más de 200 km al este de Tal Abyad, miles de personas se manifestaron para denunciar la presencia militar turca.
«No a la ocupación turca», «Abajo, abajo Erdogan», corearon los manifestantes en referencia al presidente turco.
Además, varios cientos de personas se concentraron en apoyo de los kurdos en Berlín y en París, donde los manifestantes reclamaron «sanciones concretas» contra Ankara.
– «Blindados estadounidenses» –
Para protegerse de la ofensiva tuca, las fuerzas kurdas no tuvieron más opción que pedir ayuda al poder de Bashar al Asad y su aliado ruso.
La decisión llegó después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenara el 6 de octubre la retirada de las tropas estadounidenses posicionadas en el norte sirio. L
os kurdos acusaron a Washington de haberles abandonado, tras años luchando juntos contra los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI).
El régimen sirio desplegó tropas en sectores que no controlaba desde hacía años e igualmente se estacionaron tropas rusas, aprovechando el vacío que dejó la retirada estadounidense.
Esta nueva configuración de fuerzas muestra la complejidad de la guerra siria, en la que han muerto más de 370.000 personas desde 2011 y en la que intervienen múltiples actores, con alianzas en continuo cambio.
El sábado, blindados estadounidenses acudieron en cambio a varias bases de las fuerzas kurdas cerca de Qamishli, dos días después de que lo hiciera otra patrulla de las fuerzas estadounidenses a otro sector del noreste.
Una fuente militar de las FDS, que participó en las reuniones el sábado entre estadounidenses y kurdos, aseguró bajo condición de anonimato que Estados Unidos quería instalar una base militar en Qamishli.
«La coalición continúa su retirada deliberada de fuerzas del norte sirio», afirmó sin embargo un portavoz de la coalición internacional antiyihadista liderada por Estados Unidos. AFP