Al menos 37 miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI) murieron y otros 46 resultaron heridos por los bombardeos de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, y en combates contra las fuerzas kurdas en el noreste de Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Los enfrentamientos y los ataques aéreos se han producido en una franja de territorio que se extiende desde la zona de Yabal Abdelaziz, en el oeste de la provincia de Al Hasaka, hasta el pueblo de Ain Aisa, en la vecina provincia de Al Raqa.
En esa población, que los radicales arrebataron hoy a sus oponentes, continúa los choques entre los combatientes del EI y las Unidades de Protección del Pueblo, milicias kurdo sirias.
Ain Aisa se ubica a unos 50 kilómetros al norte de la ciudad de Al Raqa, capital de la provincia homónima y feudo principal del EI en Siria.
Las fuerzas kurdo-sirias tomaron esa localidad, de importancia estratégica porque se localiza en la primera línea de defensa del EI en Al Raqa, el pasado 23 de junio.
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El Observatorio agregó que hay decenas de muertos y heridos en las filas kurdas por los combates y en dos atentados con coche-bomba en el norte de Al Raqa y el oeste de Al Hasaka.
Los extremistas iniciaron este lunes una ofensiva contra posiciones de las Unidades de Protección del Pueblo en esas provincias, así como en la localidad de Serrín, al sur del enclave kurdo sirio de Kobani, en la provincia de Alepo.
De esta manera, el EI está tratando de contrarrestar el avance kurdo de las últimas semanas en esas áreas.
El Estado Islámico proclamó hace un año un califato en Siria e Iraq, donde ha tomado amplias partes del territorio.
