ANA MARIA GUERRERO
Ciudad de México a 28 de julio del 2022.- En peligrosos resultados para el país, se mantiene la postura del presidente mexicano, Andrés Manuel López, en relación a las políticas energéticas que podrían terminar con el tratado entre México-EU-Canadá, opinan analistas nacionales, tras observar el camino que se está marcando para el país.
Para pocos resulta novedoso que la política energética del presidente mexicano no gusta en los círculos empresariales de EE.UU., y actualmente es considerada retrógrada y fuera del contexto de avance. El mandatario latinoamericano no ha ocultado su postura para el sector y el recelo a sus propuestas para el sector por parte de empresarios estadounidenses, tampoco se ha escondido.
El gobierno de la denominada ‘Cuarta Transformación’ intenta llevar sus diferencias con Estados Unidos al terreno del modelo de desarrollo limitado, de acuerdo a opinadores de México, quienes también saben que desde hace un año aproximadamente, se hizo del propio López que tanto funcionarios del Gobierno, como legisladores de ambas Cámaras no sólo cuestionaron, sino rechazaron, la política energética que pretende mantener.
Actualmente existe ya la solicitud enviada por Estados Unidos para activar el mecanismo de consultas del T-MEC, que una vez que se active, son 75 días los considerados para llevar a cabo un diálogo entre las partes y buscar llegar a un acuerdo. De no lograrse los acuerdos, un panel de solución de controversias recibiría el caso y aquí generalmente, la razón la tiene Washington.
Por lo anterior, no es como el propio secretario de Relaciones Exteriores mexicano, Marcelo Ebrad, ha contemplado: terminar con el T-MEC. Decisión que aparte de perjudicar drásticamente a la nación, no depende solamente de la decisión del país latinoamericano.