La de Sergio González Ibarra parecía una historia de muchas sobre abusos de escoltas de funcionarios o de gente adinerada, que prometen dar la vida por los jefes, pero este caso que aún no termina, tomó otro giro al aparecer sin vida el «guarura» agresor. A continuación, la historia que en los últimos días han replicado los medios.
El pasado viernes 11 de marzo, en Viaducto Tlalpan, Sergio González Ibarra, un escolta de Alberto Sentíes Palacios, golpeó al conductor de una camioneta blanca, identificado como «Jair», quien empezaba a trabajar en la empresa Uber.
La agresión fue grabada por otro automovilista y el video subido a redes sociales con el hashtag #LordFerrari, que se hizo viral.
El periodista Joaquín López Dóriga, conductor del Noticiero de Televisa, difundió el hecho en su espacio informativo, incluido el video. Ante esa exposición, el martes 15 de marzo, el propietario del Ferrari, Alberto Sentíes Palacios, acudió a declarar ante el Ministerio Público, en calidad de testigo. Y en el transcurso del día, en entrevistas radiofónicas, negó que haya dado la orden para golpear ni agredir a nadie.
«Jamás me bajé del auto, en ningún momento di ninguna orden, no estuve de acuerdo ni solapé lo que este escolta hizo», aseguró en entrevista con Adela Micha para Grupo Imagen, además dijo que al día siguiente de la agresión le solicitó a su escolta la renuncia inmediata; lo había contratado en enero.
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El sitio web zocalo.com.mx publicó que Sentíes Palacios relató que él Iba en el auto rojo y que jamás se bajó del vehículo, la agresión se debió a un incidente de tránsito al que él no le dio importancia y se fue del lugar sin darse cuenta de la agresión de sus escoltas a ‘Jair’ (zocalo lo identifica con los apellidos Gómez de la Paz), pues el auto escolta le tapaba la visibilidad.
Asimismo, el empresario dijo que fue su hijo de 19 años quien le informó que la agresión circulaba en redes y fue cuando le pidió al escolta su renuncia.
Aseguró que no es una persona prepotente y (que) si se estacionó en un lugar para discapacitados es porque tiene problemas de movilidad en la pierna derecha.
Este viernes, la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México informó que Sergio González Ibarra fue hallado muerto, el jueves por la tarde, en un hotel de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, adonde llegó el 16 de marzo, y se registró con otro nombre.
Su cadáver, señala la Procuraduría, estaba entre las cobijas de la cama, e informó que murió de un infarto, pero que esto sería confirmado con pruebas de ADN y la toma de huellas dactilares, así como periciales de grafoscopía.
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La carta acusatoria
En una supuesta carta escrita a mano por el escolta Sergio González Ibarra, a manera de declaración, afirma que su jefe Alberto Senties le ordenó golpear a «Jair» y se dice contrariado porque lo dejó solo.
En la hoja con el título «Declaración» y fechada el «16/03/2016», Sergio hace un reproche por dejarle la responsabilidad de haber agredido al automovilista, y describe cómo el dueño del Ferrari presuntamente dio la orden de golpear al conductor.
Esta es la carta difundida por López Dóriga, quien también es colaborador de MILENIO, en su portal de noticias.
«Viernes 11/03/16 siendo las 14:00 horas saliendo de la oficina con dirección Carretera Pichaco Ajusco No. 130-704, y llegando al entronque del Viaducto Tlalpan, una camioneta blanca Ducter (sic) se le cierra al Ferrari del Señor Alberto Sentíes Palacios el cual él lo maneja y siendo las 14:30 por medio del radio transmisor que traemos y él también trae da la indicación o indicación o orden de bajar de la camioneta y ya que ve que no quiere y hace el intento de evadirnos le indica al chofer de la camioneta que le hable a su seguro y no hace caso el cual con el tráfico no puede escapar y me (ilegible)».
«Él da la orden de golpearlo y cuando ve que lo graban me dice que ya lo deje, no se vale todo lo que sacan en los medios por parte del acusado y que no fue así el video es la prueba de todo»
«Me dijo no tengas miedo todo lo tengo arreglado y vea cual nada de arreglo solo me empinó a mí y me deja solo con todo el paquete».
También narra que se le hizo renunciar de la Empresa Jess, «al poco rato me marca y me dice que mejor en su casa me atiende. Asimismo llego a su domicilio y nada a firmar la renuncia de la Empresa Jess con la dirección Picacho Ajusco no. 130-301 y otro de la cual estaba con él de escolta».
Y ‘Jair’ solo quiere justicia
Antes de enterarse de la muerte de su agresor, Jair, había dicho que sólo espera justicia en su caso y que las autoridades determinen el castigo para sus agresores.
«Nada justifica que perdamos este sentimiento de humanidad. Sólo quiero justicia. Sólo quiero que las cosas sean justas. Pido que ellos (los agresores) tomen conciencias que son seres humanos como nosotros, que no pueden actuar así; las autoridades son las encargadas de decir cómo será el castigo», dijo en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Grupo Fórmula.
Jair dijo que tras la agresión, decidió cerrar sus cuentas en las redes sociales, porque «es muy estresante esta situación». Actualmente está en su casa recuperándose de las lesiones y espera que la empresa Uber, donde el día de la agresión empezaría a trabajar, lo siga apoyando.