
ANA MARIA GUERRERO
Ciudad de México.- El FORTAPAZ, un programa del gobierno michoacano de la 4T, al que se han adherido principalmente, municipios aliados del régimen actual, ha resultado inexistente o fracasado en el estado.
En Apatzingán por ejemplo, diariamente se registran asesinatos, lo mismo ocurre en municipios como Uruapan, donde además, los robos a mano armada son cotidianos, se denuncien o no ante las instancias correspondientes, los ciudadanos dan cuenta en redes sociales.
El Fondo para el Fortalecimiento para la Paz (FORTAPAZ), fue presentado como un programa del gobierno de Michoacán que brinda recursos y equipamiento para reforzar, dijeron, la seguridad en los municipios.
Así se logró que fuera el 53% de los municipios los que han realizado la firma correspondiente, que les abriría el camino para disminuir la delincuencia y acercarse a la paz, pero los resultados han sido nulos, por no decir, efectivamente, un fracaso.
Entre los municipios que se han negado a entregar al gobierno estatal la seguridad ciudadana, se destaca Morelia, que en múltiples ocasiones ha sido presionado, incluso mediáticamente, para formar parte de los municipios enlistados entre los que cuentan con el FORTAPAZ.
En el caso de Apatzingán, con una presidente municipal, Fanny Arreola, ex perredista y ahora morenista, se entiende que no solamente ha firmado el convenio multicitado aquí, sino que además, contaría con el respaldo irrestricto por parte del gobierno estatal, solamente por ser parte del régimen oficialista en el país.
Sin embargo, Apatzingán se ha convertido en uno de los municipios más violentos del estado y las denuncias públicas se convierten en cotidianas, ante la inexistencia de orden y seguridad para una sociedad ya cansada de ser víctima de todo tipo de actos delictivos sin que ninguna autoridad les provea del derecho constitucional que tienen a la seguridad pública.