La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), ha destapado un acto delictivo del gobierno estadounidense, al anunciar el rastreo de ciudadanos a través de sus celulares.
De acuerdo a la información dada a conocer por la ACLU, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), de EEUU y sus agencias de aduanas, protección fronteriza y control migratorio, realizaron una compra millonaria de datos de ubicación de celulares de ciudadanos sin la correspondiente orden judicial.
ACLU tiene en poder archivos que obtuvo por una demanda que aún está en curso, de la Ley de Libertad de Información (FOIA). en los que asegura: «Arrojan más luz sobre la capacidad del gobierno para obtener nuestra información más privada simplemente abriendo la billetera federal».
Los archivos demuestran que el DHS usó «millones de dólares de los contribuyentes (…) para comprar acceso a la información de ubicación de teléfonos celulares» de ciudadanos -estadounidenses y extranjeros- a través de datos que le vendieron las empresas Venntel y Babel Street, explica ACLU.