
El asesino del obispo guatemalteco Juan José Gerardi murió tras una riña en la cárcel de rehabilitación Pavón, confirmó el bombero Julio Sánchez el lunes.
El director del sistema penitenciario, Luis Carlos De León Zea, confirmó a The Associated Press que la riña que se produjo en la prisión dejó como saldo al menos cinco reos muertos, pero que aún no se ha logrado ingresar a todo el interior de la prisión para establecer el número y que este podría aumentar.
Byron Lima Oliva, ex capitán del Ejército guatemalteco, había sido condenado en 2001 a 30 años de prisión por el asesinato del obispo, cometido en 1998, pero la pena fue reducida luego a 20 años.
Lima Oliva, de 46 años, era considerado el hombre con más poder dentro de las prisiones del país.
Los bomberos trasladaron a varias personas heridas a los hospitales.
A las afueras de la prisión, cientos de policías estaban a la espera de ingresar para retomar el control, mientras un helicóptero sobrevolaba el lugar.
«Yo logré escuchar los disparos y la granada que detonaron cerca de nosotros, vi que había mucha sangre», dijo entre sollozos Olga Urbina de 26 años, quien salió de la prisión luego de visitar a un reo junto con su hijo se 6 años. «Los mismos reos nos protegieron», añadió temblando.