
Las fuerzas del Gobierno de Unión Nacional (GNA), tras recuperar el control de todo el oeste de Libia, ralentizaron su avance cerca de Sirte, un punto estratégico hacia las instalaciones petroleras más importantes del país, aún en manos del mariscal Jalifa Haftar.
Cuna del derrocado Muamar Gadafi, luego feudo del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Sirte, a 450 kilómetros al este de Trípoli, fue tomada en 2016 por las fuerzas pro-GNA, para caer en manos de Haftar en enero pasado.
El hombre fuerte del este de Libia conquistó entonces la ciudad costera casi sin oposición, obteniendo la lealtad de un grupo armado salafista local. Sus habitantes recibieron a los pro-Haftar con los brazos abiertos, aliviados por la partida de las milicias de Misrata, ciudad clave durante la revuelta contra Gadafi, en 2011.
Pero, tras el fracaso rotundo de su ofensiva, lanzada en abril de 2019 contra Trípoli, la capital y sede del GNA, Haftar está ahora a la defensiva.
Después de la caída de Tarhuna, último feudo pro-Haftar en el oeste, el sábado «se ordenó» a las fuerzas del GNA «comenzar a avanzar y atacar posiciones rebeldes» en la región de Sirte, señaló Mohamad Gnunu, portavoz pro-GNA.
No obstante, su avance se ralentizó según se acercaban a la ciudad, pese a que sus ataques aéreos con drones intentaban allanarles el camino.
– Ataques aéreos –
«La fuerza aérea lanzó cinco ataques en las afueras de Sirte, contra vehículos armados y mercenarios», añadió Gnunu en Facebook.
Un dron Wing Loong (chino), suministrado por Emiratos Árabes Unidos al bando de Haftar, fue derribado el sábado, según fuerzas pro-GNA.
La misma fuente señaló: «la fuerza aérea lanzó tres ataques en cercanías de la central térmica (25 km al oeste de Sirte), destruyendo vehículos armados y blindados, y abatiendo diez milicianos».
Las fuerzas pro-GNA se acercan a la «media luna del petróleo», y la toma de Sirte les abriría la vía hacia las principales instalaciones de producción del país.
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La producción de petróleo, casi la única fuente de ingresos para Libia, se ha desplomado.
En internet, la compañía petrolera nacional de Libia (NOC) subrayó una caída brutal del 97% de sus ingresos en abril, comparado con el mismo mes de 2019.
«Las pérdidas superaron los 5.000 millones de dólares», indicó este domingo.
– ¿Tregua? –
Intransigente hasta ahora a nivel diplomático, Haftar aceptó el sábado en El Cairo un llamado a un cese el fuego por iniciativa de uno de sus grandes aliados, el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi.
Esta iniciativa egipcia, que pide «respeto a los esfuerzos internacionales y propone un cese el fuego a partir de las 06H00 locales» (04H00 GMT) del lunes, no tuvo respuesta favorable de Trípoli.
Tras la ofensiva lanzada por Haftar contra Trípoli hace más de un año, todo intento de frenar las hostilidades fracasó, con un creciente aumento de participación de potencias extranjeras.
Desde 2011, en medio del caos, el conflicto libio ha provocado centenares de muertos, muchos civiles, y unas 200.000 personas tuvieron que dejar sus casas.
Este domingo la seguridad parecía inestable en Tarhuna, dos días después de estar bajo control del GNA.
Las autoridades de Trípoli advirtieron contra actos de represalias o pillaje, so pena de inculpaciones penales. AFP