La moratoria de Puerto Rico al pago de su deuda externa debe ser un recordatorio urgente al Congreso de Estados Unidos sobre la necesidad de responder a la crisis financiera de la isla, consideró hoy la Casa Blanca.
«Espero que esto le dé un nuevo sentido de urgencia a los miembros del Congreso para discutir esta situación», dijo el vocero presidencial Josh Earnest.
Recordó que hace más de seis meses, la administración del presidente Barack Obamapresentó una iniciativa de ley para facilitar la reestructuración de la deuda de Puerto Rico, que tiene condición de Estado Libre Asociado a Estados Unidos.
El gobierno de Puerto Rico se declaró la víspera imposibilitado para pagar un vencimiento por 370 millones de dólares de su deuda de 72 mil millones de dólares, sobre la que suma dos incumplimientos de pago.
El gobierno de Obama sostiene que la crisis financiera podría tornarse humanitaria, debido a la descapitalización del sistema de pensiones y el impacto de su agravamiento sobre los 330 mil jubilados puertorriqueños que dependen de este ingreso.
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Además del potencial impacto de la crisis financiera, Puerto Rico enfrenta ya una difícil situación derivada de la tasa de desempleo, en torno al 12.50 por ciento que padece, muy por encima del 5.0 por ciento en el resto de Estados Unidos.
«Desafortunadamente, no hemos visto el tipo de movilización en el Congreso, dirigido por los republicanos, que necesitamos ver para hacer menos probable la moratoria de pagos menos probable en Puerto Rico», indicó Earnest.
El portavoz insistió en que cualquier plan para que Puerto Rico salga de esta crisis tiene que estar acompañado de un mecanismo de rendición de cuentas y verificación de reformas financieras, algo no del todo bien visto en la isla.
El vocero rechazó que la administración Obama busque un rescate financiero de Puerto Rico, indicando que el objetivo es facilitar el establecimiento de una autoridad para reestructurar su deuda.
