El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, conocido también como AMLO, ha roto relaciones con el gobierno ecuatoriano de Daniel Novoa, quien a su vez, ha traído a su pueblo un nuevo aire de libertad y progreso.
Lo anterior, luego de que el joven gobernante ecuatoriano emitiera la orden para que la policía nacional ingresara a la Embajada de México en Quito, para arrestar a Jorge Glas, ex vicepresidente del Ecuador, quien se mantenía en el inmueble como huésped, pero que rápidamente obtuvo el asilo político por parte del gobierno mexicano.
Para los ecuatorianos y gran parte de la comunidad internacional, la decisión del joven presidente, Novoa, corresponde a su responsabilidad de servir a su pueblo y no a AMLO ya identificado como servidor absoluto de las llamadas repúblicas bananeras, con gobiernos dictatoriales como Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Jorge Glas es considerado luego de demostrarse en los tribunales, con pruebas irrefutables, un ladrón que afectó los intereses de su país. Fue vice presidente en el gobierno de Rafael Correa, hoy prófugo de la justicia ecuatoriana y radicado en Bélgica.
Glas es perseguido por haber recibido cantidades millonarias entre el 2013 y 2017, como soborno cuando se desempeñaba en el cargo antes anotado.
En el caso Odebrech, por asociación ilícita, con una condena en 2017, de 6 años de cárcel. Cuando se comprobó que recibió de Odebrech 13 millones y medio de dólares, a cambio de contratos para obra pública en los que además, se inflaban los costos de construcción.
Luego de cumplir 4 años y meses, Glas recibió su libertad condicional, pero para entonces, ya se había comprobado que luego del fuerte terremoto que azotó a su país en 2016, había cometido el mismo ilícito en el proceso de reconstrucción, por lo que en el 2020, fue sentenciado a 8 años más de prisión, pero un juez le concedió libertad provisional en 2022. Después se supo que fue con el pago de sobornos de un tercero que lo logró.
Ahora la Corte Constitucional de Ecuador ha ratificado que Jorge Glas debe seguir en prisión y en diciembre 2023 se expidió una orden de Captura contra el ex funcionario. Por lo que decidió refugiarse en la embajada mexicana.
Dado que tanto Glas, como AMLO son de izquierdas chavista y con la envidia a flor de piel hacia Novoa, se realiza un plan en el que Glas se coloca en la Embajada de México en Ecuador a espera del salvoconducto de Novoa para ser trasladado al país latinoamericano, pero nunca pensaron en que el documento se sería negado.
Ante la protección de AMLO hacia el delincuente, Novoa toma una decisión valerosa y evita que Glas salga del país para evitar que la justicia ecuatoriana triunfe, aunque rompiendo el protocolo internacional.
El pueblo ecuatoriano se ha manifestado orgulloso del actuar de su joven presidente y aseguran que nada, absolutamente nada han perdido con romper relaciones diplomáticas con el gobierno mexicano de AMLO. /www.tictacnews.us