Un juez estadounidense condenó este viernes al ex jefe paramilitarcolombiano Rodrigo Tovar Pupo, alias «Jorge 40«, a 16 años y medio de cárcel por asociación ilícita para importar a Estados Unidos toneladas de cocaína.
El juez federal del Distrito de Columbia Reggie B. Walton dijo durante la audiencia que a esa pena habría que restarle 110 meses que lleva encarcelado en su país y en Estados Unidos y otros 29 meses por buena conducta, por lo que podría cumplir su pena ante la justicia estadounidense en poco menos de cinco años. Además se le impuso una multa de 25 mil dólares.
La fiscalía pedía 30 años de cárcel para Tovar, extraditado a Estados Unidos en 2008 junto a otros 14 ex paramilitares.
Barry Coburn, abogado de Tovar, dijo a reporteros al término de la audiencia que desconocía si su cliente decidirá apelar la sentencia.
Durante su intervención de tres horas ante el juez, Tovar admitió que cobraba impuestos a entidades legales e ilegales en el territorio que controlaba, pero negó responsabilidad sobre el tráfico de droga pese a que se había declarado culpable en julio del 2009 a un cargo de asociarse ilícitamente para distribuir al menos cinco kilos de cocaína, a sabiendas de que iban destinados a Estados Unidos.
«Voy a ser sentenciado sin ser culpable», le dijo Tovar al juez en español poco antes de conocer su pena. «Todas mis culpas son inherentes al conflicto colombiano. No sé cómo fabricar un gramo de cocaína y no sé cómo importar droga a Estados Unidos».
El juez Walton le respondió a Tovar que cuando él cobraba impuestos a «entidades legales e ilegales sabía en qué actividad criminal ocurría».
Historial sanguinario
Tovar fue el jefe del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, responsables según las autoridades colombianas, de decenas de asesinatos, desplazamientos, crímenes selectivos contra sindicalistas y líderes sociales, en la zona de los Montes de María, y los departamentos de Atlántico, Bolívar, Córdoba, entre otros, al norte del país sudamericano.
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Las tropas bajo su mando fueron responsables de las peores atrocidades perpetradas por paramilitares en el norte de Colombia.
La Fiscalía General lo acusó en 2013 de los asesinatos de 57 personas en dos masacres en la costa norte del país hace más de 10 años.
Información sustraída de la computadora de un allegado suyo fue clave para develar secretos sobre los vínculos entre la élite política en el Caribe colombiano y las milicias de extrema derecha, lo que a la postre permitió el arresto o la investigación de docenas de congresistas en los que se denominó el escándalo de la «parapolítica».
Va para largo
Hijo de un militar, Tovar nació en Valledupar casi al mismo tiempo de quien sería uno de sus principales adversarios en el campo de batalla: el líder rebelde Simón Trinidad.
Tovar ingresó en 1996 a un grupo paramilitar que posteriormente se convirtió en las Autodefensas Unidas de Colombia, a las que el Departamento de Estado designó en 2001 como organización terrorista hasta el año pasado.
El Departamento de Justicia dijo que Tovar se convirtió rápidamente en un comandante cuyas fuerzas controlaban todos los aspectos relacionados a la producción y distribución de cocaína, y cuyas operaciones financiaba con el cobro de impuestos a narcotraficantes.
La sentencia impuesta el viernes no toma en cuenta las acusaciones que enfrenta en Colombia sobre violaciones a derechos humanos.
