El conductor de la camioneta que el lunes atropelló a peatones en la ciudad canadiense de Toronto con saldo de 10 muertos y 15 heridos fue inculpado este martes en un tribunal de 10 cargos de homicidio premeditado.
En su primera aparición ante una corte, Minassian permaneció de pie vestido con mono blanco de presidiario, la cabeza rapada y las manos detrás de la espalda. También fue acusado de varios cargos de intento de asesinato.
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La policía canadiense busca determinar los motivos que llevaron Minassian a atropellar de forma «deliberada» a los transeúntes en una acera de Toronto.
El atropellamiento tuvo lugar a unos 16 km de donde se celebraba una reunión de los cancilleres del Grupo de los Siete (G7), pero funcionarios estatales aseguraron que no había evidencias de que el incidente haya tenido que ver con ese evento.
La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, dijo que la reunión del G7 continuará este martes como planeado.
– «Claramente deliberado» –
«Este acto parece claramente deliberado», dijo el jefe de la Policía de Toronto, Mark Saunders, en una conferencia de prensa.
El ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, afirmó que «la información disponible en esta etapa indica que este acto no parece estar relacionado con la seguridad nacional».
«Día horrible en Toronto», había tuiteado antes.
«No debemos comenzar a vivir con miedo, en la incenrtidumbre» cotidiana «cuando andamos por nuestras ciudades», dijo por su lado este martes el primer ministro Justin Trudeau antes de una reunión del Consejo de Ministros en Ottawa.
«Los canadienses de todo el país están impactados y entristecidos por este ataque sin sentido», agregó, aunque señaló que «debemos seguir siendo un país abierto y libre y cómodo con sus valores».
Al igual que Goodale, Trudeau descartó que el ataque tueviera vínculo con el terrorismo: «no tiene conexión con la seguridad nacional», dijo.
La policía arrestó al acusado en el lugar de los hechos, en un suburbio del norte de Toronto.
Minassian confrontó a un oficial de policía, pero a la postre bajó su arma y fue detenido.
Quince personas permanecían internadas en hospitales de toda la ciudad, informó Saunders, y agregó que investigadores locales, estatales y federales participan de las investigaciones.
Dos surcoreanos figuran entre los 10 fallecidos y uno entre los heridos, dijo a la AFP un funcionario de la cancillería de Seúl.
– «Realmente rápido» –
Alrededor de las 13H30 (17H30 GMT) del lunes, la policía fue advertida de que una camioneta blanca arremetía contra los peatones sobre la acera de la calle Yonge, en una hora de fuerte afluencia y un sol primaveral.
El conductor fue detenido 26 minutos después, tras haber dejado un rastro de sangre a lo largo de un kilómetro de la calle Yonge. Esta vía comercial «es una de las más frecuentadas del país», dijo el jefe policial.
La furgoneta, con el parachoques abollado, se detuvo en la acera de una intersección principal, rodeada de vehículos policiales.
«Iba realmente rápido», dijo el testigo Alex Shaker a la cadena de televisión CTV.
«Todo lo que pude ver fue gente que, una por una, fue atropellada, atropellada, una por una», rememoró.
«Se estaba estrellando contra todo. Destruyó un banco. Cualquiera que estuviese en esa calle, habría sido golpeado en la acera», dijo por su lado Jamie Eopni, otro testigo, a la televisión local Toronto CP24.
– Reservado y raro –
El acusado vive con su padre en Richmond Hill, un suburbio de Toronto, y fue alumno del Seneca College, según su perfil en LinkedIn.
Estudiantes que concurrieron a una escuela vocacional con Minassian lo describieron como reservado y un poco raro.
Minassian hablaba poco en la escuela y al parecer se rascaba constantemente la cabeza y las manos, un síntoma de desorden obsesivo-compulsivo, dijeron compañeros de clase a medios locales.
Ari Blaff, un estudiante, dijo a la radio pública canadiense (CBC) que la conducta de Minassian era «generalmente bastante extraña», pero que «nunca notó nada violento» en él, sólo que «hacía sentir a la gente incómoda cerca suyo».
Canadá rara vez ha sido escenario de ataques terroristas.
Un hombre apuñaló en octubre a un oficial de policía en la ciudad de Edmonton, en el oeste del país, antes de arrollar con su camioneta a un grupo de peatones, hiriendo a cuatro personas.
En Quebec, un canadiense atropelló en octubre de 2014 a dos soldados en un estacionamiento con su vehículo y mató a uno de ellos.
En marzo de 2016, un canadiense que decía simpatizar con el islamismo radical atacó a dos soldados en un centro de reclutamiento militar en Toronto. AFP
Presentan 10 cargos en su contra
Un juez en Toronto presentó el martes 10 cargos de homicidio agravado y 13 de tentativa de asesinato contra el conductor de una camioneta rentada que la víspera invadió una acera concurrida de la ciudad en un ataque que pareció deliberado, mientras las autoridades y la gente trataban de explicarse lo que parecía ser uno de los asesinatos en masa más letales en la historia moderna del país.
El sospechoso, Alek Minassian, 25 años de edad, apenas mostró emoción al escuchar los cargos en una breve audiencia inicial en un tribunal de Toronto. Vestía un overol blanco para presos y tenía las manos esposadas.
El juez le pidió que dijera su nombre y si entendía la orden de no tener contacto con nadie herido en el sitio del accidente. El juez ordenó su detención sin derecho a fianza y programó la próxima audiencia para el 10 de mayo. Minassian no se declaró culpable de los cargos.
Mientras tanto, la policía parece seguir reuniendo pruebas. Unos 20 agentes recorrieron la senda mortífera de la camioneta en la calle Yonge, buscando cualquier evidencia. Cerca de allí, los dolientes erigieron un monumento improvisado para honrar a las víctimas.
«Fue como si él estuviera jugando a un videojuego, tratando de matar a tanta gente como fuera posible», dijo Panna Patel, de 42 años, quien se detuvo frente al monumento y que estaba en el lugar un día antes, sacando dinero de un cajero automático. «Estaba mirando a la gente directamente a los ojos, haciendo contacto visual. Fue aterrador. No mostraba ningún remordimiento».
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, desestimó el martes la posibilidad de un acto terrorista, diciendo que las autoridades no ven nada que comprometa la seguridad nacional en este momento.
En una conferencia de prensa, Trudeau aseguró que el incidente «no ha cambiado el nivel general de amenaza en Canadá», aunque ocurrió cuando los ministros de los países del G7 se reunían en Toronto.
Hasta ahora las autoridades no han revelado un posible motivo o causa, aunque «definitivamente el incidente pareció deliberado”, dijo el jefe de policía Mark Saunders a reporteros en una conferencia de prensa a última hora de la noche. AP