![](https://www.sr490.com/wp-content/uploads/2017/05/1-265.jpg)
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, fustigó a la prensa al dar este sábado su último informe semanal de labores, acompañado de varios miles de simpatizantes ante quienes se despidió con un sonoro «hasta la victoria siempre».
«A estas alturas de mi vida no voy a guardar las formas en estas cosas, digo las cosas frontalmente. El más grande adversario (del gobierno) ha sido esa prensa corrupta, mercantilista que nos ha tratado de engañar permanentemente», expresó Correa en su último resumen de actividades realizado desde la ciudad de Guayaquil (suroeste).
Tras criticar a un canal de televisión que «sacó un compendio de lo peor de los enlaces ciudadanos», Correa -que ha mantenido una relación tensa con un sector de la prensa- rompió un periódico.
«Para que tengan material para el próximo lunes, aquí está diario La Hora. Entiendan que ya no sorprenden a nadie», dijo mientras rasgaba las páginas del rotativo.
Acompañado de unas 10.000 personas -según estimó Correa- el mandatario dirigió el último enlace ciudadano, un programa semanal de radio y televisión que inició en enero de 2007, cuando asumió el poder, y cuya duración era de entre tres y cuatro horas.
Con pancartas que tenían fotos del mandatario y leyendas como «nunca te voy a olvidar mashi (compañero en lengua kichwa) Rafael», los simpatizantes de Correa siguieron el informe semanal número 523 que se realizó en el parque Samanes, el lugar donde el papa Francisco dio una misa campal en 2015.
«Dios mandó a este ángel al Ecuador a librarnos de tanta cosa, de tanta barbaridad que pasamos», dijo a la AFP Carmen Carrillo, una ama de casa de 56 años, refiriéndose al gobernante.
«Es el hombre que se fijó en los pobres y nos libró de la pobreza», sostuvo la mujer.
Decenas de estos informes, que se realizaban en vivo y con público, fueron conducidos también por el vicepresidente Jorge Glas y el exvicepresidente Lenín Moreno, quien asumirá el poder el próximo 24 de mayo.
Correa indicó que sentía «un nudo en la garganta» al dar su último informe, y emocionado se despidió agradeciendo a sus seguidores.
«Gracias a todos, compañeros, han sido 10 años maravillosos», expresó el presidente, quien llenaba canchas y coliseos en sus enlaces ciudadanos.
Alicia Muñoz viajó la noche anterior desde la provincia de Santo Domingo de los Tsáchila (centro) para despedir a Correa.
«No le voy a decir adiós. Le voy a decir hasta luego, hasta siempre amigo del alma», expresó la maestra de 59 años.
Kamagra for levitra generic vardenafil women is an effective sildamax which works in men by prohibiting the action of PDE-5. Adaptation to viagra on line the sexual changes relate to aging. According to Ayurveda, people with a Kapha constitution are more likely to gain weight through excess fat than viagra generic sale a Pitta or Vata person. However, opening up in front buy viagra discover this link of your partner is a method for showing your enthusiasm for her.
ECUADOR «CUMPLIÓ CON SU DEBER AL DAR ASILO A ASSANGE
Asimismo, destacó que su país «cumplió con su deber» al otorgar en 2012 el asilo a Julian Assange, y celebró que la justicia archivara una causa por violación contra el fundador de WikiLeaks.
«Ecuador cumplió con su deber, le dimos asilo soberano, y finalmente la justicia sueca ha archivado el caso y no ha presentado cargos contra Assange», expresó Correa en su último informe semanal de labores como presidente.
El viernes, la Fiscalía sueca archivó el caso por violación en el que Assange era sospechoso y retiró la orden de detención europea emitida en su contra.
Sin embargo, la policía británica afirmó que detendrá a Assange si abandona la embajada ecuatoriana en Londres por violar en 2012 su libertad condicional, cuando se refugió en esa legación diplomática.
Correa aseguró que su país otorgó el asilo al australiano «porque no había garantías del debido proceso, porque había sectores de Estados Unidos que amenazaban hasta con la pena de muerte a Julian Assange».
El fundador de WikiLeaks siempre se declaró inocente de violación y sostiene que su extradición a Suecia sería una maniobra para ser entregado a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por la publicación de documentos militares y diplomáticos confidenciales.
«Nunca quisimos obstruir la marcha» de la justicia sueca, insistió el gobernante ecuatoriano, quien dijo que su país estuvo abierto a dar las facilidades para interrogar al australiano, de 45 años, quien sigue en la embajada ecuatoriana.
«El fiscal sueco, como siempre dijimos, podía entrevistar a Julian Assange en la embajada. Lo permite la legislación sueca. Lo hicieron, pero después de cuatro años y se demoraron ocho meses más para archivar la causa y mientras tanto Julian Assange ha estado casi cinco años en la embajada del Ecuador», manifestó Correa.
Tras conocer el viernes la decisión de la Fiscalía sueca, el canciller de Ecuador, Guillaume Long, solicitó a Reino Unido «la concesión del salvoconducto que permita al ciudadano australiano disfrutar de su asilo en el Ecuador».
Ante la posición de Estados Unidos de que el arresto de Assange es una prioridad para Washington, Quito reiteró la vigencia del asilo. AFP