Continúan las tensiones en México tras lo que se conoce como una imposición de presencia del oficialismo en el Congreso de la Unión, que comprende la suma de diputados y senadores de la nación.
La descomposición social que se vive en el país latinoamericano, por la imposición de «planes», que prometen bondades y entregan miseria, es ya comentado no solamente por analistas y comunicadores independientes, sino cada vez, por mayor número de mexicanos en centros de reunión e incluso, en la vía pública.
La sombra de un presunto fraude electoral en las elecciones del pasado 2 de junio, sumada a la declarada ilegal, pero votada y publicada reforma judicial, están cayendo sobre el cielo nacional a escasos 12 días de que termine su periodo el actual presidente Andrés López Obrador.
También, sigue siendo motivo de críticas y sospechas entre el electorado, que los organismos encargados de contar y declarar legal una elección, determinaran apoyar hasta el exceso la existencia de 364 diputados oficialistas (MORENA, PVEM y PT), en la Cámara que incluye un total de 500 legisladores.
En cuanto a los senadores, el oficialismo logró sumar 86, gracias a lo que se está denunciando públicamente como amenazas para unos, y promesas de historia política larga y «exitosa» para otros.
Los números para que se lograra un oficialismo aplastante en el Poder Judicial que ha perdido su autonomía – coinciden estudiosos- hoy es más identificado por vivir de rodillas ante el jefe del Poder Ejecutivo, postura que por cierto, no comparte el ciudadano que al menos teóricamente, debería ser representado por los legisladores./www.tictacnews.us