La reciente y severa sentencia impuesta por el sistema legal del reino a una colegiala menor de edad de Arabia Saudita, ha llamado la atención mundial y ha generado importantes preocupaciones entre los grupos defensores de los derechos humanos.
El Tribunal Penal Especializado saudí condenó a Manal al-Gafiri, de 18 años, a 18 años de prisión por sus publicaciones en las redes sociales defendiendo a los presos políticos. Al-Gafiri, estudiante de secundaria, tenía 17 años cuando las autoridades la arrestaron.
ALQST, una organización de derechos humanos que monitorea y documenta los abusos en Arabia Saudita, expuso su situación al público.
Este sorprendente caso personifica la continua supresión de la libertad de expresión en Arabia Saudita, especialmente el activismo digital en plataformas como Twitter.
Bajo el casi gobierno del príncipe heredero Mohammed bin Salman, se han amplificado las rígidas sentencias por ciberactivismo. Los esfuerzos del gobierno por acallar las críticas mediante castigos estrictos han creado un efecto paralizador, impidiendo a la sociedad expresar sus opiniones y restringiendo los derechos humanos.