Cuatro de cada cinco españoles consideran insuficiente la labor de las autoridades para regenerar el sistema político tras los reiterados casos de corrupción de los últimos años, según un informe de Transparencia Internacional.
El estudio de la organización no gubernamental, llevado a cabo en 42 países entre diciembre de 2015 y enero de 2016, sitúa a España al nivel de naciones donde este problema es sistémico, como Ucrania, Moldavia y Bosnia-Herzegovina.
Pese a las promesas de los grandes partidos políticos de luchar contra un problema que les ha pasado factura en las urnas y ha llevado al auge de formaciones jóvenes como Podemos y Ciudadanos, los ciudadanos sienten que no se hace lo suficiente.
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«Viene a poner de manifiesto una vez más el importante problema que supone la corrupción para los españoles, y la desconfianza que tiene la sociedad respecto a la clase política, sus gobernantes y sus representantes parlamentarios», dijo Jesús Lizcano, presidente de Transparencia Internacional España, en rueda de prensa en Madrid.
Como venían manifestando otras encuestas como la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el estudio recoge que un 65 y 67 por ciento de los ciudadanos ven la corrupción como uno de los principales problemas del país.
En un país donde el gobernante Partido Popular volvió a obtener casi ocho millones de apoyos pese a los constantes casos de corrupción en sus filas los últimos cinco años, un 19 por ciento de los habitantes ven la corrupción como algo «normal», especialmente entre los funcionarios y los políticos.
Además, más de un 85 por ciento de los españoles consideran que las personas con grandes fortunas influyen en exceso en las decisiones gubernamentales.
La parte positiva en lo que respecta a España es que el país cuenta con un bajo nivel de sobornos – sólo un 2 por ciento dijo haber pagado una mordida en un control policial en carretera – si se compara con el ámbito internacional. Reuters
