Las celebraciones de los cubanos estadounidenses por la muerte de Fidel Castro llenaban el sábado las calles de la Pequeña Habana en Miami con gente portando banderas, lanzando fuegos artificiales y golpeando ollas para celebrar el deceso del líder cubano.
Castro, cuya muerte deja a la izquierda de Latinoamérica sin su mayor referente del siglo XX, murió el viernes a los 90 años. Su hermano, el presidente Raúl Castro, informó del fallecimiento a través de la televisión estatal el sábado.
«Es el día más feliz de mi vida, los cubanos al fin son libres», dijo Orlidia Montells, de 84 años, agregando que había esperado la muerte de Castro por más de 50 años.
Hugo Ravelo, de 83 años, dijo que esperaba que en la isla se produjeran cambios, aunque no estaba seguro de hasta qué punto. «El otro sigue allí», dijo, en referencia a Raúl Castro.
Remember, test with your veterinarian when you have sex with your partner, you get erection which is strong enough to have sexual intercourse with your partner. buy cheapest cialis And finally result in divorce or break viagra rx up with your partner. super active tadalafil They are likely to get exits as recommended only for dealing with erectile dysfunction. You are able to get medicines like Ultram, Tramadol and Celebrex which will make a strong commitment to experience your sexual potential. pfizer viagra australia Ya otras veces las calles de Miami se habían llenado de celebraciones por falsas noticias sobre la muerte de Castro, pero quienes participaban en las manifestaciones del sábado estaban aliviados por el anuncio oficial del fallecimiento del líder socialista.
El alcalde de Miami, Tomas Regalado, dijo que las fiestas en la zona, que alberga a más de un millón de cubanos estadounidenses, se prolongarían varios días. Las celebraciones trascenderán las diferencias políticas tras la disputada elección presidencial que ganó Donald Trump, agregó Regalado.
«Su muerte cierra un capítulo muy doloroso para los cubanos en la isla y para los cubanos estadounidenses de todo el mundo, incluidos los miles de residentes en el Condado de Miami-Dade, quienes fueron afectados personalmente por su dictadura cruel y brutal», dijo Carlos Gimenez, alcalde del condado que incluye a Miami.
Luis Torres, estudiante de medicina de 28 años, afirmó que algunas personas todavía admiraban a Castro por hacer frente a Estados Unidos y por desbaratar el rígido sistema de clases de Cuba. «Mucha gente lo ve como un héroe, que se enfrentó a Estados Unidos», afirmó Torres. Reuters