El debate sobre drogas debe ser responsable, objetivo y basado en evidencia científica del más alto nivel, consideró Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
Al impartir la conferencia magistral “Drogas y Derechos Humanos”, durante el Simposio “Drogas y Criminalidad” organizado por la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostuvo que ni la cárcel ni la estigmatización resuelven el problema, de acuerdo con Notimex.
Por el contrario, sugirió fortalecer programas de salud, educación, cultura, desarrollo social, economía, trabajo y transparencia, entre otros, como fórmula para resolver de fondo el asunto.
Insistió en que los derechos humanos deben ser el eje que articule, oriente y sirva como parámetro de las actividades del Estado en la atención al tema, incluyendo el aspecto del combate a la delincuencia asociado con el tráfico de sustancias ilegales.
Un Estado democrático no se puede permitir que haya esferas de actividad que no se sustenten en los derechos humanos, incluyendo la persecución de los delitos, aseveró.
González Pérez se pronunció también por aumentar el número de profesionales especializados en el ámbito de drogas, pues la formación de recursos humanos debe reforzar la prevención, por encima de la reacción.
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Por lo que hace al ámbito internacional, se deben aplicar políticas específicas, sin descuidar los derechos humanos en el combate al crimen organizado y, en particular, en lo relativo a la producción, distribución, venta y consumo de enervantes.
No es apología
La información real y objetiva es fundamental para tomar decisiones correctas, dependiendo de las sustancias y sus características especiales, en particular por sus efectos nocivos para la salud.
“Es preciso contar con información objetiva, sustentada en investigaciones científicas, sujetas a altos estándares en rigor, sobre los efectos ciertos y verificados de cada sustancia en las personas, que comprendan tolerancia fisiológica y la dependencia”, agregó.
Además, la investigación sobre las drogas no debe verse como una apología o promoción de su consumo y utilización. Conocer más sobre ellas genera la posibilidad de entender de mejor manera su problemática.
En ese sentido, es un hecho reconocido que diversas drogas por ejemplo la cannabis, tienen o pueden tener usos medicinales, con lo cual se podrían generar formas alternativas y efectivas a los tratamientos convencionales de diversos padecimientos y condiciones.
