Cuando su negocio se vio afectado por las medidas de confinamiento impuestas para frenar el coronavirus, Josh Ellis vio amenazado su sustento y las consideró una violación de la Constitución de Estados Unidos. Entonces fue a Facebook y convocó a protestas.
El llamamiento «se volvió viral al instante», dijo este hombre de 40 años, que creó a principios de abril la página American Revolution 2.0.
La organización se ha convertido en una catalizadora de las manifestaciones contra las órdenes de quedarse en casa y los cierres obligatorios de negocios no esenciales, y la planificación en línea es una parte central de su campaña.
Ellis, en coordinación con otros grupos partidarios de la «reapertura», así como con milicias, defensores de armas y derechos religiosos, se encuentra en medio de un problema que divide a Estados Unidos: cómo puede y cuándo volver la gente al trabajo.
El debate muestra divisiones más amplias en la política estadounidense, profundizadas este año con las elecciones presidenciales en el horizonte.
El número de muertos por coronavirus en el país se acerca a 100.000, pero la presión parece estar dando frutos, ya que cada vez más estados aligeran sus restricciones.
Ellis dijo que se han convocado por internet manifestaciones para el próximo lunes, al igual que docenas de protestas el 1 de mayo que fueron coordinadas por American Revolution 2.0.
– «Traición» –
«Facebook es útil, pero no es, ni mucho menos, nuestro único medio», dijo a la AFP este residente en Illinois haciendo referencias a Twitter o Telegram, además de la página web American Revolution 2.0.
En Estados Unidos se han multiplicado los grupos de Facebook que abogan por la reapertura, algunos cerrados por la red social.
Mientras que algunos consideran las protestas -que en Michigan incluyeron a ciertos manifestantes portando armas- como la forma de presionar a las autoridades a cambiar su postura, otros han usado Facebook para pedir una salida menos conflictiva del confinamiento.
Sin embargo, Ellis no cambia de idea. Quiere que se levanten las restricciones «de inmediato», y que le digan por qué aproximadamente la mitad de su negocio (remodelando casas y como personal de mantenimiento) se consideró no esencial.
Se queja de que el restaurante de su suegro fue «básicamente cerrado», y su padrastro, dentista, paró por completo de trabajar.
Ellis tacha las medidas de «violaciones constitucionales extremas», lo que para él equivale a «traición».
Dijo que recientemente le dieron el control del sitio web My Militia, que se anuncia a sí mismo como «una red patriota estadounidense».
Es «algo así como el Google de las milicias locales», según Ellis, quien ve que éstas tienen un papel que desempeñar para garantizar que terminen las restricciones por el coronavirus.
– Intercambio de ideas –
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Un ejemplo es el video «Plandemic», en el que aparece un investigador desacreditado que hace algunas afirmaciones engañosas o incluso falsas.
Si bien otros movimientos de protesta en Estados Unidos y otras partes del mundo han utilizado internet anteriormente para organizarse, el hecho de que se hayan establecido pautas de distanciamiento social plantea un desafío.
«Los eventos que desafían las directrices del gobierno sobre el distanciamiento social no están permitidos en Facebook», dijo un portavoz de la compañía, mientras que Twitter aseguró que trabaja para eliminar el contenido relacionado con el coronavirus que insta a participar en acciones potencialmente dañinas.
Cory Hedgepeth, fundador de REOPEN AMERICA, un grupo de Facebook con más de 30.000 miembros, tiene un enfoque diferente al de Ellis.
«Queríamos darles a las personas, liberales y conservadores, que sufren la pérdida de trabajo y/o financiera, un lugar para compartir sus pensamientos», dijo a la AFP este residente de Pensilvania de 44 años, que trabaja en redacción publicitaria y marketing digital, remarcando que el grupo no organiza protestas.
REOPEN AMERICA pretende ayudar a «crear conciencia sobre las dificultades de los trabajadores estadounidenses».
«Servimos como una plataforma que permite a las personas intercambiar ideas y conceptos», dijo Hedgepeth, y «apoyamos a quienes protestan de manera segura y con buenas intenciones».
– Divisiones –
Las divisiones sobre la reapertura son marcadas, incluso en el seno del gobierno.
El presidente Donald Trump ha instado a las personas a «LIBERAR» Michigan, Virginia y Minnesota, pero su principal experto en enfermedades infecciosas, Anthony Fauci, ha advertido sobre un nuevo brote incontrolable si el proceso de reapertura es demasiado rápido.
Esto podría conducir a «sufrimiento y muerte que podrían evitarse» e «incluso podría retrasar» la recuperación de la economía, dijo Fauci a los legisladores estadounidenses este mes.
Para Darrell West, autor de «Política dividida, nación dividida: hiperconflicto en la era Trump», la reapertura refleja fisuras más amplias.
«Nuestra polarización se ha desarrollado durante varias décadas», dijo a la AFP, argumentando que las protestas provienen de «un grupo bastante pequeño… descontentos con la pérdida de libertades personales».
«La gente ve la covid a través de su propio lente partidista», dijo West. «Dado que Trump ataca a los expertos, es difícil para ellos confiar en la experiencia científica».
Ellis descartó que la reapertura conlleve muertes innecesarias, como si «los estadounidenses fueran estúpidos e incapaces» de cuidar su propia salud.
«Como sociedad estadounidense, tenemos que adaptarnos a las condiciones», dijo. «Las órdenes de confinamiento en realidad sólo han retrasado eso». AFP