Todo parece indicar que la izquierda radical de Brasil, hoy en el poder, no perdona la popularidad de Bolsonaro en el país y se cuenta con los radicales izquierdistas de Estados Unidos.
Así lo considera John Reitzman, analista internacional, quien asegura que a medida que comienza una represión comunista en Brasil, los demócratas de izquierda han comenzado a exigir que el presidente Joe Biden extradite al líder de la oposición brasileña, Javier Bolsonaro, a su país de origen para enfrentar la esperada persecución política.
La persecución política, dice Reitzman, que ya ha comenzado en el llamado Gigante del Sur, luego de nombrar como golpe de estado una manifestación con infiltrados salvajes, que por cierto, nada tiene qué ver con la pretención de un golpe de estado, pero que por alguna razón, así se le denominó y así ha sido replicada por la ignorancia de la prensa comprometida, asegura.
Los pedidos de extradición de los demócratas se producen cuando se informa que el expresidente de Brasil está hospitalizado en Orlando con fuertes dolores abdominales.
Reuters informó el martes pasado que Bolsonaro tuvo un bloqueo intestinal reciente y es posible que deba someterse a una cirugía. Bolsonaro ha estado experimentando problemas médicos desde que fue apuñalado en 2018.