Tras una semana, aún quedan 10 mineros atrapados luego del derrumbe en una mina de carbón del norte de México, lo que ocasiona desesperación y quejas entre familiares de las víctimas.
El retraso en la operación e rescate ha originado un mayor rechazo hacia el gobierno del país, que pospuso los trabajos, luego de haber encontrado obstáculos en la tarea.
Existen familiares que han pasado días y noches a las afueras de la mina, en espera de encontrar a su gente con vida.
Solamene la fe mantiene a quienes desesperados observan desinterés de las autoridades para salvar las vidas que aún permanecen bajo los escombros.