Ecuador dijo el lunes que dará solución a las demoras para recoger los cadáveres en la ciudad de Guayaquil, la más crítica por contagios del coronavirus, en donde se reportan muertes desde barrios populares hasta zonas turísticas, en medio de la desesperación de los familiares por la falta de ayuda.
El gobierno ha reconocido dificultades para retirar los cadáveres de los fallecidos en sus hogares, sin tener la certeza de que estaban contagiados con el virus, debido a la restricción de circulación, el toque de queda y el nerviosismo de la población.
Además, ha señalado que hay cadáveres en los hospitales que no han sido retirados por familiares, sin precisar el número.
Un testigo de Reuters vio el lunes el cuerpo de un hombre en una acera, debajo de una sábana azul cerca de una zona turística en el centro de Guayaquil.
Los policías consultados sobre el tema dijeron que el hombre colapsó mientras hacia fila para hacer compras. Reuters no pudo confirmar de inmediato la identidad de la persona ni la causa de su muerte, pero al regresar al lugar horas más tarde el cuerpo había sido retirado, según el testigo.
“La intención del gobierno es que todos, no sólo los fallecidos por COVID-19, sino todos los personas que fallezcan estos días en la ciudad de Guayaquil (…) deben tener un entierro digno, acompañado del representante de la religión que profese”, dijo el vicepresidente Otto Sonnenholzner en una rueda de prensa virtual.
El gobierno creó además una fuerza especial, que incluye a militares y se encargará del levantamiento y entierro de los cuerpos, al tiempo que instaló un cementerio público.
Más temprano, Sonnenholzner dijo a un canal de televisión que el número de fallecidos con síntomas del virus va en aumento y al momento se registran hasta diez decesos al día en los hospitales de la ciudad.
La provincia de Guayas, donde se ubica Guayaquil, abarca más del 70% del total de contagiados del virus, que el lunes sumaron 1.966 casos positivos, de los cuales 62 han muerto, según los datos oficiales.
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Luiggi Ponce, de 22 años, pedía ayuda el lunes para que se retire el cuerpo de un familiar desde su domicilio ubicado en un barrio popular de Guayaquil.
“Mi tío murió hace cuatro días, con neumonía, tenía fiebre, no podía respirar, tenía todos los síntomas”, dijo Ponce por teléfono a Reuters. “El cuerpo está totalmente envuelto en plástico, toda la casa huele feo, viven en casa cinco niños y siete adultos”, señaló.
En las afueras de cementerios se han registrado largas filas de familiares en busca de un lugar para enterrar a un familiar, según imágenes de medios locales, pero sus directivos han reconocido que su capacidad de respuesta resultó inferior para la emergencia sanitaria.
“Se pueden realizar entre 24 o 25 procesos de cremación al día, pero el problema es que la cantidad de fallecidos es mayor, entonces no se abastece”, dijo Sebastián Barahona, coordinador de la Federación Nacional de Funerarias, a Reuters.
“En Guayaquil hay al menos cinco veces más el numero de fallecidos que un mes normal”, dijo. “La capacidad de respuesta nuestra no es la misma a la que necesita esta emergencia”.
Mas temprano, el Gobierno suspendió la entrada de vuelos humanitarios para el retorno de ecuatorianos desde el exterior, mientras los primeros viajeros que llegaron al país concluyen con el aislamiento obligatorio, y extendió la suspensión de la jornada laboral hasta el 5 de abril.
Hasta el momento han regresado al país unos 691 ecuatorianos, según datos de la cancillería. Reuters