Estados Unidos lanzó misiles crucero el viernes contra una base aérea de Siria desde la que dijo se organizó un ataque mortal con armas químicas esta semana, en el primer ataque directo de Washington contra el Gobierno de Bashar al-Assad en seis años de guerra civil.
En la decisión de política exterior más contundente desde su llegada al poder, el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó una medida que su predecesor Barack Obama nunca llevó a cabo, al apuntar directamente contra el Ejército de Assad por su supuesto rol en un ataque con armas químicas en el que murieron al menos 70 personas.
Esto llevó a Estados Unidos a una confrontación con Rusia, que cuenta con asesores militares en terreno para ayudar a su aliado Assad. El Kremlin calificó los ataques estadounidenses como una agresión ilegal.
«Años de intentos previos por cambiar el comportamiento de Assad han fracasado y fracasado de manera muy dramática», dijo Trump desde su residencia de Mar-a-Lago, donde asiste a una cumbre con el presidente de China, Xi Jinping.
La oficina de Assad dijo que Damasco respondería a la agresión atacando con más fuerza a sus enemigos. Funcionarios estadounidenses dijeron que su ofensiva del viernes fue un intento aislado por detener futuros ataques con armas químicas y que no formaba parte de un mayor protagonismo de Washington en la guerra siria.
Pero la acción probablemente será interpretada como una señal para Rusia y también para otros países, como Corea del Norte, China e Irán, con los que Trump enfrenta duros desafíos de política exterior desde el inicio de su mandato.
«Esto claramente indica que el presidente está comprometido a tomar medidas decisivas en caso de ser necesarias», dijo a periodistas el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson. «De ninguna manera intento extrapolar eso a un cambio en nuestra política (…) o de la actividad militar en Siria. No ha habido ningún cambio en ese estatus», agregó.
Damasco y Moscú niegan que las fuerzas oficiales sirias hayan estado detrás del ataque con gas, pero Occidente ha rechazado su explicación: que los químicos se esparcieron por una fuga luego de un ataque aéreo a un depósito de armas de los rebeldes.
El Ejército sirio dijo que seis personas murieron como resultado del ataque del viernes contra su base aérea cerca de la ciudad de Homs y calificó el hecho como una «agresión descarada» que convirtió a Estados Unidos en «socio» de «grupos terroristas», entre ellos Estado Islámico.
La televisión estatal habló más tarde de nueve civiles muertos en zonas cercanas a la base, aunque no había confirmación independiente de posibles víctimas civiles.
RUSIA ADVIERTE DE GRANDES CONSECUENCIAS
Más tarde se informó que Rusia advirtió el viernes de que los ataques con misiles de Estados Unidos contra una base aérea siria podrían tener consecuencias «extremadamente graves», confirmando que la primera gran intervención del presidente Donald Trump en un conflicto internacional abrió una pugna entre Moscú y Washington.
El Ejército de Estados Unidos lanzó decenas de misiles crucero Tomahawk el viernes desde los barcos USS Porter y USS Ross en el Mar Mediterráneo, golpeando la pista de aterrizaje, los aviones y estaciones de combustible de la base aérea de Shayrat, que, según el Pentágono, era usada para almacenar armas químicas.
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Los bombardeos estadounidenses fueron ordenados como reacción a lo que Washington calificó como un ataque con armas químicas por parte del Gobierno de Bashar al-Assad en el que murieron al menos 70 personas en territorio bajo control de los rebeldes.
La acción situó a Washington en un rumbo de confrontación con Moscú, que tiene asesores militares sobre el terreno ayudando a su aliado Assad.
«Condenamos con fuerza las acciones ilegítimas de Estados Unidos. Las consecuencias de esto para la estabilidad regional e internacional podrían ser extremadamente graves», dijo el número dos de Rusia ante la ONU, Vladimir Safronkov, durante una reunión del Consejo de Seguridad el viernes.
El primer ministro ruso, Dmitry Medvedev, afirmó que los ataques estadounidenses acercaron más la posibilidad de choques militares con el Ejército ruso.
El Ministerio de Defensa ruso notificó al Pentágono que suspendería más tarde la línea de comunicaciones usada para evitar choques occidentales en Siria, según la agencia Interfax. Los cazas de Estados Unidos suelen bombardear a militantes de Estado Islámico en Siria, cerca de las fuerzas rusas.
Funcionarios estadounidenses informaron a las fuerzas rusas antes de los ataques con misiles y evitaron golpear al personal ruso.
Las imágenes de satélite sugieren que la base aérea de Shayrat alberga a fuerzas especiales y helicópteros militares rusos, parte de la ayuda que presta el Kremlin a Damasco en su combate contra Estado Islámico y otros grupos militantes.
Trump ha abogado con frecuencia por la mejora de los lazos con Rusia, que se tensaron en tiempos de Obama por los conflictos en Siria y sobre todo de Ucrania, pero el mandatario estadounidense dijo que había que actuar contra Assad.
«Años de intentos previos por cambiar el comportamiento de Assad han fracasado y fracasado de manera muy dramática», dijo Trump al anunciar el ataque en la noche del jueves desde su complejo turístico de Mar-a-Lago, donde asiste a una cumbre con el presidente de China, Xi Jinping.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, dijo el viernes que el Gobierno de Trump está dispuesto a dar más pasos si es necesario.
«Estamos preparados para hacer más, pero esperamos que no sea necesario», señaló ante el Consejo de Seguridad. «Estados Unidos no se quedará quieto cuando se usen armas químicas. Es un interés vital de seguridad nacional impedir la extensión del uso de las armas químicas». Reuters