La liberación la semana pasada de 37 personas que protagonizaron un enfrentamiento en La Ruana, Michoacán, en donde murieron 11 personas el 16 de diciembre, Michoacán, no es un buen precedente legal. Así lo consideran dos expertos consultados por este medio.
El lunes pasado, un magistrado estatal liberó a Hipólito Mora y 26 personas más al considerar que actuaron en legítima defensa en el tiroteo. Sin embargo, un día después hicieron lo mismo con el grupo de Luis Antonio Torres, “El Americano” bajo el mismo argumento.
De acuerdo con el maestro Francisco Jiménez Reynoso, de la división de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara, estos hechos sientan un precedente muy delicado a nivel nacional con esta resolución.
Incluso afirma que una de las posibles consecuencias, es que otros juzgadores se cuelguen de esos criterios para liberar a criminales peligrosos.
El especialista en derecho penal, Marco Antonio Cuevas Contreras, coincide en que la liberación de ambos grupos es ilegal. “Hay muertos, cinco de un lado y seis del otro y no pueden coexistir dos legítimas defensas, tendrían que existir una legítima defensa y una agresión ilegal de otro grupo”.
Sin embargo, reconoció que la liberación pudo ordenarse debido a la falta de pruebas, pues la escena del crimen fue alterada. “La escena del crimen fue prácticamente limpiada: los cadáveres no presentaban ninguna esquirla, ningún proyectil que pudiera relacionarse con un arma de fuego; ninguno de los grupos entregó armas después del hecho, ni se les aseguraron ningunas armas”.
Cuevas Contreras no cree que el caso siente un precedente, aunque reconoce que poco abona a la justicia “porque nos están dejando sin explicación el crimen de 11 personas”.
SABER MÁS
Los motivos de la liberación
En el tiroteo del 16 de diciembre hubo una defensa legítima de un grupo reconocido por las autoridades.
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Se analizó y justificó el contexto sociológico en el que ocurrieron los hechos, donde la violencia imperaba y se había acreditado, justificado y permitido la utilización y portación de armas de fuego, previamente registradas por la autoridad.
…y el pueblo se levantó en armas
Antes de ser reconocidos como Fuerza Rural Estatal, los integrantes de la corporación pertenecían a los llamados grupos de autodefensa, que surgieron en febrero de 2013 debido a la falta de respuesta de Gobierno de brindarles seguridad.
Los pobladores de la Tierra Caliente estaban cansados de las extorsiones de los Caballeros Templarios, pero el límite llegó cuando los miembros del cártel se llevaron a las esposas e hijas.
“Al rato te la traigo”, les decían, de acuerdo con el propio Hipólito Mora.
A partir de ahí, hombres como José Manuel Mireles Valverde, Estanislao Beltrán —mejor conocido como “Papá Pitufo”— y el mismo Hipólito Mora emergieron como fundadores de los grupos civiles.
Fueron ellos quienes, en sus respectivas plazas públicas, llamaron a los hombres del pueblo a combatir frente a frente al poderoso cártel.
El PRD, por su parte, señaló al ex asesor del Presidente, el general colombiano Óscar Naranjo, como el promotor de armar a los civiles para que apoyaran a las autoridades, tal y como ocurrió en su país.
Sin embargo, a la larga las autodefensas ayudaron a las propias fuerzas federales a atrapar a decenas de “templarios”, pero tanto pronto y declararon “disuelto” al cártel, las autoridades les pidieron entregar sus armas largas e regularizarse como la nueva Fuerza Rural Estatal.