Pocos minutos después de haber juramentado como el séptimo primer ministro de Perú en el Gobierno de Ollanta Humala, Pedro Cateriano ofreció en el canal de televisión del Estado cambiar su estilo de confrontación atendiendo a las demandas de los sectores políticos y los empresarios. Pero le está siendo difícil cumplir su palabra.
“En un cargo como este estoy obligado a dialogar. Voy a tener que cambiar porque como presidente del Consejo de Ministros, mis opiniones políticas tendrán que ser reemplazadas por el criterio del gobierno”, dijo la noche del jueves. Segundos después recordó que está cerca “una fecha que no es feliz para el país, el golpe de estado del 5 de abril de 1992”. Ese día el entonces presidente Alberto Fujimori cerró el Congreso, el Poder Judicial y envió militares a los medios de comunicación. De este modo, el político antifujimorista volvía a fustigar a Fuerza Popular, el partido que lidera Keiko Fuijimori, la oposición principal del Gobierno en el Congreso, y que supera al oficialismo por un voto.
Las reacciones de dos candidatos presidenciales frente a la designación de Cateriano han sido mesuradas. El líder del Partido Aprista y expresidente Alan García, tuiteó: “serena y atenta es la posición del aprismo ante el nuevo gabinete. La situación del país y las necesidades del pueblo así lo exigen”. Pedro Pablo Kuczynski, el político ubicado más a la derecha entre quienes competirán en 2016, comentó en la emisora Radioprogramas: “Tenemos un nuevo primer ministro que tiene que ser aprobado por el Congreso. Él se da cuenta de eso y ha dicho que va a ser conciliador”.
El nuevo jefe de gabinete de Humala ha tenido más experiencia en partidos políticos que sus seis antecesores. Formó parte brevemente del Movimiento Libertad que fundó el escritor Mario Vargas Llosa en 1987 contra la nacionalización de la banca, anunciada por el entonces presidente García. Fue diputado de 1990 a 1992 por el Fredemo, el partido político con el que el Nobel de Literatura se postuló a la presidencia contra Alberto Fujimori. Posteriormente, fue viceministro de Justicia entre 2001-2002 afiliado a otra organización política, el Frente Independiente Moralizador (FIM).
Tadacip Tablets purchase viagra online https://www.unica-web.com/ENGLISH/2019/presidents-letter-may2019.html Tadacip tablets are a generic drug used for the treatment of erectile dysfunction. This would really help you to get the best drug so far for the man to be free from it but do not find a proper cure to their problems. pfizer sildenafil viagra is one such amazing product which has been introduced for the people who have difficulty in swallowing tablets or those who have risks of choking caused by swallowing of tablets. The physiological and health benefits of meditation aren’t reached through sitting down and maintaining a certain composure or position, you need to focus on the health issues instead of performance issues Go with him to see a doctor Educate him and keep his mind at ease Stay positive and explain that treatments are effective Do not cheap cialis australia attack or blame him The best thing you can do is clear the contents of his or. To accommodate the loss of hip extension, many recreational and competitive racers compensate by posteriorly tilting their pelvic bowl and rounding their backs into a hyperkyphotic posture just to advance hip angle order levitra and power.
Dos de los cuatro cambios en el gabinete de Humala se explican por el estilo de Cateriano. El diario El Comercio destaca que Gonzalo Gutiérrez, ministro de Relaciones Exteriores hasta el jueves y diplomático de carrera, lamentó esta semana que se hubiera filtrado a la prensa un documento del Ministerio de Defensa que transcribía una conversación en WhatsApp entre los jefes de inteligencia de Perú y Chile, en la cual el oficial chileno mencionaba que hubo espionaje de su país al vecino. Desde febrero, Gutiérrez gestionó el escándalo mediante notas diplomáticas: dos de Perú, dos de Chile, pero Humala presionaba públicamente a Chile para que reconociera lo ocurrido. Una fuente diplomática comentó a EL PAÍS que el relevo sorprendió en la Cancillería; Gutiérrez llevaba nueve meses en el cargo y el embajador de Perú en Chile fue llamado en consulta a Lima debido a este caso. Pasado un mes aún no retorna a Santiago.
Por otro lado, el nuevo ministro de Justicia, Gustavo Adrianzén, es el exprocurador del Ministerio de Defensa mientras Cateriano encabezaba esa cartera. En ese cargo, Adrianzén fue criticado por organismos de derechos humanos, pues ocultó que un grupo de agentes de inteligencia -distintos del grupo de élite del Ejército Chavín de Huántar- dispararon a un terrorista rendido al final del rescate de los rehenes de la casa del embajador de Japón, en 1987.
Una tarea más que espera al nuevo primer ministro, es el motivo dela censura de su predecesora: investigar el uso de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) para espiar a políticos y empresarios peruanos y lograr cambios en ese organismo. Cateriano se ha limitado a decir que la Fiscalía debe indagar no solo lo ocurrido en este Gobierno, sino en los anteriores.