Como un golpe de estado técnico desde el Congreso, han calificado analistas mexicanos las imposiciones del Poder Legislativo del país, que se está atreviendo a desaparecer de facto al Poder Judicial, un Poder de la República igual que el que les ataca directamente, y del Poder Ejecutivo.
Aseguran los conocedores que el peligroso papel que están jugando los senadores y diputados está dirigido a despojar al Poder Judicial de sus atribuciones constitucionales, como última instancia constitucional en asuntos constitucionales.
De acuerdo al canal informativo Código Mangeta, de aprobarse (lo más seguro con la sobrerrepresentación que el Tribunal Electoral le concedió al oficialismo), la iniciativa que presentaron Ricardo Monreal, diputado y Adán Augusto López, senador, sería el Poder Legislativo el dueño único en materia legal, por encima de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte.
El análisis indica que se trata de una reforma partidista que busca, darle al partido oficial el control total del sistema legal mexicano.
Asimismo, se refiere el medio de comunicación al caso asegurando que la peligrosa iniciativa que forma rápida e inesperada presentaron los “líderes” morenistas, se trata de impedir a toda costa que existan controversias constitucionales y que la última palabra sea de los legisladores oficialistas. Hecho que colocaría a la filiación política por encima de la Ley.
“El golpe de estado técnico radica en que el Poder Legislativo que promueve que no sean impugnables las controversias constitucionales… se nulifica el papel de árbitro legal del Poder Judicial, incluida la Suprema Corte y se le transfiere a los legisladores oficialista en beneficio del Presidente en turno”, ha publicado el medio.
Se trata de llegar a una autocracia partidista sin derecho de réplica. Una dictadura partidista disfrazada de consenso democrático: “Esto, de facto, nos guste o no nos guste, es un golpe de estado técnico”, se publicó: Fin a la división de poderes. “Lo que ya es su tiempo ocurrió en Cuba”.