La puesta en marcha de los gobiernos estatal y de condados demócratas en California, de cortar la inversión para la seguridad de la población, está cobrando un alto precio a los residentes.
Desde que en el pasado 2019 se decidió por parte del gobernador de California, Gavin Newsom y de alcaldes demócratas del estado reducir el número de policías al máximo y dejar de invertir en la seguridad social, el estado se ha convertido en una verdadera pesadilla, donde el orden y la seguridad ya son parte del pasado.
Ahora la información oficial dice que se está buscando el origen de las masacres en Monterey Park y Half Moon Bay, que en sólo 48 horas ha dejado 18 fallecidos.
Para miles de californianos la respuesta es muy sencilla: «Ya se desbordó la inseguridad que se está viviendo hace años en el área de Los Angeles y otros condados en donde abundan los indigentes y los rateros», dijo Marciano Solís, residente de Half Moon Bay.
No olvidemos nosotros que se dejó un número de policías risible, porque el movimiento del gobernador Newsom (que hoy ya camina con seguridad armada), dijo que se ahorraría mucho dinero con menos personal. Aunque ahora podría ya enterarse que la imposición de bajar el presupuesto para la seguridad le está costando muy caro a los residentes, porque una vida no se paga con el presunto ahorro de los gobernantes californianos.