
El Senado aprobó en comisiones la primera ley contra la tortura, que obliga a los policías a utilizar un dispositivo satelital para monitorear la detención de un presunto delincuente, su traslado y presentación ante el Ministerio Público.
También creará el Mecanismo Nacional de Prevención, integrado por expertos independientes que formarán parte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), para hacer visitas sorpresa a cualquier centro de reclusión, incluidos los de tipo militar, informa el periódico capitalino Excélsior.
Con la nueva Ley General para Prevenir, Investigar y Sancionar la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes se castigará hasta con tres años de cárcel a los integrantes de los cuerpos policiacos y funcionarios públicos de todos los niveles que traten de manera inhumana o degradante, incluso con ofensas verbales, a los detenidos no violentos.
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La legislación no considera tortura los sufrimientos físicos o psicológicos causados por medidas legales o las inherentes o accidentales a éstas, así como por el uso legítimo de la fuerza.
El Senado aprobó en comisiones la primera ley contra la tortura que incluye la obligación del uso de GPS para los policías que realicen detenciones, con el objetivo de controlar los tiempos hasta que los agentes presenten al aprehendido ante el ministerio público y evitar con ello que incurran en actos de tortura.