“El otro hombre, está más preocupado por el poder y no por el país», manifestó el hombre con historia personal de la noche, en alusión al candidato presidencial demócrata Joe Biden.
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En la primera noche de la Convención Nacional Republicana que nominó a Donald Trump como candidato presidencial para la reelección, un cubano habló y movió las conciencias.
Máximo Álvarez, que reside en Miami, llegó a Estados Unidos procedente de Cuba a los 13 años de edad, nació en La Habana en 1948, y fue parte de la Operación Peter Pan a través de la cual un total de 14.000 menores fueron enviados por sus padres a Estados Unidos para ponerlos a salvo del comunismo.
“Sé todo sobre el pasado, nunca olvidaré el mío. Mi familia huyó del totalitarismo y el comunismo. Y más de una vez. Primero, mi papá de España, luego de Cuba. Pero mi familia dejó de huir. Por la gracia de Dios, he vivido el sueño americano, la mayor bendición que he tenido. Mi papá, que solo tenía una educación de sexto grado, me dijo: ‘No pierdas este lugar´», expresó Alvarez con marcada emoción en su voy y en su rostro.
“Escuché las promesas de Fidel Castro y nunca podré olvidar a todos los que crecieron a mi alrededor, que se parecían a mí, que pude haber sido yo, que sufrieron, pasaron hambre y murieron porque creyeron en esas promesas vacías. Se tragaron la píldora venenosa comunista”, agregó en su breve discurso, que apenas tuvo una duración de cuatro minutos, pero pareció de uno, por lo conmovedor y desgarradamente realista.