El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, hace un último intento por presionar al pueblo para que acepten la imposición de la hoy ya muy cuestionada inyección.
Pese a las manifestaciones en su contra y los cuestionamientos de los canadienses a su actuar impositivo, Trudeau ha decidido volver a enfrentar a su pueblo.
«Se pueden evitar los ‘pasos adicionales’ con un cumplimiento masivo continuo», ha dicho el canadiense con mayores críticas por parte de los ciudadanos.
«Eso significará que no tendremos que tomar más medidas, con suerte, si todos se vacunan», aseguró Justin, quien se enfrenta al rechazo popular y a la rebelión del pueblo.