La muerte de un millón y medio de armenios bajo el Imperio Otomano está siendo más recordada que nunca en este redondo aniversario de 2015. En los medios de comunicación españoles, el centenario del «genocidio» inunda los titulares. Y, curiosamente, España no ha reconocido el ‘genocidio’ armenio, a pesar de las peticiones de la comunidad armenia que reside en nuestro país para que el genocidio de su pueblo «sea objeto de un reconocimiento oficial por parte del Estado español».
Muy a pesar de Turquía, un total de 23 países del mundo sí han calificado de «genocidio» la muerte de los armenios que perecieron en matanzas y deportaciones entre 1915 y 1917. Entre ellos, Rusia, y la mitad de socios de la UE.
En el caso de España, el reconocimiento sólo ha llegado de parte de los parlamentos autonómicos de País Vasco, Cataluña, Navarra y Baleares.
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Esa misma tarde, y en la misma Cámara, la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso guardó un minuto de silencio en memoria «de las víctimas armenias y otras» de la Primera Guerra Mundial, evitando utilizar la palabra «genocidio», que tanto rechaza Turquía.
El detalle con el pueblo armenio fue pactado por todos los grupos parlamentarios después de