España busca determinar qué pasó con tres periodistas independientes que desaparecieron alrededor de la asediada ciudad siria de Alepo, el mismo día en que se conoció la desaparición de un cuarto periodista, un japonés, en el país devastado por la guerra.
El ministro español de Justicia, Rafael Catalá, dijo a la cadena SER el miércoles que el gobierno no tiene novedades sobre los tres españoles desaparecidos y que contactará con el Ejecutivo de Damasco para este caso. No pudo decir si se estaban tratando los hechos como un secuestro
El canciller español, José Manuel García Margallo pidió «máxima discreción» sobre el caso pero llamó a la «tranquilidad» recordando que, en el pasado, situaciones similares terminaron bien para España.
Margallo dijo a los reporteros que estos casos «probablemente son los que más angustia crean porque te mueves en una cierta impotencia» y agregó que «se está haciendo todo lo posible y espero que se resuelva bien».
Con el auge del grupo extremista Estado Islámico, la mayoría de los medios de comunicación han optado por renunciar a la cobertura del conflicto desde dentro de Siria por el elevado riesgo que supone. En el último año, es raro que un periodista extranjero entre en el norte de Siria, donde hay una multitud de grupos islamistas además de los extremistas de Estado Islámico y al Qaeda.
La Federación de Asociaciones de Prensa de España (FAPE) dijo el martes que los tres reporteros, a quienes identificó como Antonio Pampliega, José Manuel López y Ãngel Sastre, están desaparecidos desde el 13 de julio. Viajaron a Siria, supuestamente juntos, para cubrir la guerra civil que asola al país.
«Desde entonces se trabaja en su búsqueda y localización», dijo un comunicado emitido por sus familias.
Ellos son los últimos en desaparecer en el lugar más peligroso del mundo para los reporteros. En las últimas horas se informó también de la falta de información sobre el paradero de un periodista independiente japonés desplazado aSiria, del que no se sabe nada desde hace un mes.
Se desconoce el motivo por el que Jumpei Yasuda, que informa desde Oriente Medio desde 2002, no ha establecido contacto. Yasuda ya fue secuestrado en Iraq en 2004, con otros tres japoneses, pero quedó en libertad luego de que clérigos islámicos negociaron por él.
Kosuke Tsuneoka, otro periodista independiente, dijo que recibió un mensaje de Yasuda desde Siria el 23 de junio, pero que no ha vuelto a saber de él desde entonces.
«No es normal que no haya ningún contacto de él», dijo Tsuneoka en una entrevista telefónica, agregando que nadie debería sacar conclusiones precipitadas sobre el destino de Yasuda.
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Los cuatro periodistas no entraron juntos en Siria.
En otra entrevista el martes por la noche, el ministro español de Justicia dijo que «primero hay que saber qué ha pasado, quién tiene retenidos a estos periodistas, con qué objetivo y si los posibles captores buscan un rescate».
También en Madrid, el ministro Margallo dijo que el Centro Nacional de Inteligencia español estaba llevando el caso y que estos asuntos dependen mucho de movimientos de otras partes implicadas pero agregó que «todos los precedentes son buenos».
Otros tres periodistas españoles fueron liberados en marzo de 2014 tras pasar meses retenidos por extremistas en Siria. Existe la creencia generalizada de que Madrid pagó un rescate para su liberación, aunque esto no se ha confirmado de forma oficial.
Margallo dijo además a periodistas que el gobierno estaba en contacto constante con la embajada española en la capital turca, Ankara, que gestiona los temas relacionados con Siria. España tiene solo un empleado de embajada y varios agentes de inteligencia en terreno sirio, pero Madrid ha contactado ya con el enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, y con embajadas de otros países en la región, agregó.
La guerra civil en Siria, que dura ya más de cuatro años, se ha cobrado más de 220 mil vidas. Al menos 84 periodistas han sido asesinados en el país desde 2011, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York, incluyendo al menos 12 corresponsables extranjeros. Más de 90 reporteros fueron secuestrados en el país desde el inicio del de la guerra y aproximadamente 25, la mayoría locales, siguen desaparecidos, agregó la asociación.
«La desaparición de esos cuatro periodistas señala que Siria sigue siendo un lugar extremadamente peligroso para la prensa», dijo el coordinador del programa de Oriente Medio del CPJ, Sherif Mansur, desde Washington.
Una oleada de secuestros sin precedentes iniciada por insurgentes del grupo extremista Estado Islámico en el verano de 2013 ha mantenido a muchos reporteros lejos del país, especialmente desde que la milicia comenzó a asesinar a los periodistas extranjeros y cooperantes que retiene, comenzando por el estadunidense James Foley en agosto del año pasado.
A la decapitación de Foley, grabada por los insurgentes, siguió el asesinato del periodista estadounidense-israelí Steven Sotloff, los cooperantes británicos David Haines y Alan Henning, el estadounidense Peter Kassig, y los ciudadanos japoneses Haruna Yukawa y Kenji Goto.
El grupo ha obtenido ingresos de los secuestros abonados por periodistas europeos.
Christophe Deloire, secretario general de Reporteros Sin Fronteras, expresó «serias preocupaciones» por la situación de los tres profesionales españoles y pidió al gobierno que utilice todos los medios en su mano para encontrarlos.