
El Gobierno del presidente Donald Trump dio marcha atrás en los resguardos para prisioneros transgénero en las cárceles estadounidenses que se habían establecido durante la administración de su antecesor Barack Obama, después de que algunos internos desafiaron estas medidas en tribunales.
El sexo biológico de un prisionero será utilizado a partir de ahora para la decisión inicial sobre dónde son recluidos los reos transgénero, en lugar del género con que se identifican, de acuerdo a cambios en los lineamientos anunciados el viernes por la Oficina de Prisiones de Estados Unidos.
La decisión, criticada por defensores de los derechos de las personas transgénero, tiene lugar después de que cuatro mujeres detenidas en una prisión en Texas presentaron una demanda federal.
Las reclusas argumentaron que la normativa anterior para prisiones, presentadas en enero de 2017 días antes de que Obama dejara el cargo, las expone a mayor riesgo de violación porque podrían tener que compartir instalaciones con mujeres transgénero.
Bajo la administración Trump, el Departamento de Justicia dijo en agosto que evaluaría este asunto.
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Autoridades de la Oficina de Prisiones no respondieron inmediatamente a una solicitud el sábado para emitir comentarios. Pero Nancy Ayers, una portavoz de la agencia, dijo a BuzzFeed News que la nueva política toma en cuenta las necesidades de todos los prisioneros federales “y articula un equilibrio de las necesidades de seguridad de los internos transgénero como de los otros prisioneros”.
La decisión fue condenada por activistas transgénero, que señalan que las estadísticas oficiales muestran que los prisioneros transgénero enfrentan un riesgo desproporcionado de sufrir violencia sexual.
El gobierno de Trump ha intentado prohibir que personas transgénero sirvan en el Ejército estadounidense y ha dado otros pasos destinados a reducir los derechos de las personas de este grupo. Reuters