Votantes que no siendo residentes del estado de Georgia, votaron igualmente en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre, sostiene Derek Somerville, un ex agente del FBI, quien hizo publica su investigación del caso este fin de semana por redes sociales.
De acuerdo a lo que dicta la ley electoral de Georgia los votantes deben ser residentes del estado y del condado donde votan, por lo que según los hallazgos presentados por Somerville, al menos 57.000 votos deberían ser descalificados o mínimamente investigados.
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El método que usó Somerville es similar al presentado recientemente por Matt Braynard, del Proyecto Integridad del Voto, en el que también analizó los padrones electorales de los 6 estados donde Trump disputa los resultados y usó la base de datos nacional de cambio de domicilio para determinar a las personas que votaron sin ser residentes de los estados donde su voto fue contado.
