«Para mí es engañoso. Te venden un sueño: ¡puedes ayudar al pueblo ucraniano!, pero luego te lanzan al peor lugar posible en una zona de guerra».
Así sintetizó su experiencia de nueve horas en suelo ucraniano, Jake Priday, un galés de 25 años procedente de Cardiff, que estuvo decidido a ayudar a Ucrania tras el inicio del operativo militar de Moscú, pero que resultó engañado.
Conforme reporta la revista digital 1843, Priday viajó a Ucrania, vía la embajada de este país en Reino Unido, para brindar a ucranianos una capacitación médica básica, pero todo había sido un engaño.
El campo de refugiados en donde esperaba ser enviado, Priday fue informado por los coordinadores que a donde sería enviado directamente a la primera línea de combate con un salario de 230 dólares mensuales.
Entre los que viajaban con Priday desde Polonia a Ucrania, establece la publicación en cita, había un ciudadano búlgaro aferrado a la ideología neonazi. «Mi plan es matar a tantos rusos como pueda», le dijo a Priday.sr490.com