
Expertos en materia judicial destacaron hoy en Buenos Aires los avances logrados últimamente en causas contra la «gran corrupción», pero advirtieron que se necesita avanzar en reformas para profundizar el combate a la impunidad.
«Padecemos de severas condiciones de corrupción en la región», aseveró el peruano José Ugaz, presidente de la organización no gubernamental Transparencia Internacional, en una conferencia organizada en la Universidad Católica Argentina (UCA).
Ugaz sostuvo que los índices de Transparencia Internacional para 2016 marcan que dos terceras partes del mundo están «plagadas de corrupción» y que Latinoamérica, con excepción de Chile y Uruguay, tiene una puntuación de 33 puntos sobre 100, lo cual le pone «en el tercio inferior de la tabla mundial en materia de corrupción».
Apuntó que las características de los casos que se registraban décadas atrás han sufrido una mutación y que ahora pueden calificarse como de «gran corrupción».
Entre los denominadores comunes de los actuales casos de corrupción están, según Ugaz, el hecho de que los involucrados tienen «una cuota significativa de poder político o económico», movilizan «cifras astronómicas» de dinero, tienen por tanto impacto en los derechos humanos, se cometen a través de redes organizadas y normalmente son impunes.
«La corrupción en América Latina, en la mayoría de los casos, es histórica, es estructural y es sistémica, no es episódica, y por lo tanto no se trata de que cambie un gobierno. Aquí tiene que haber un esfuerzo sostenido que parta de la autoridad pero que tenga a la sociedad toda involucrada en este esfuerzo», afirmó.
Ugaz destacó el impacto que tienen casos recientes, como los Papeles de Panamá, una filtración de documentos sobre sociedad «off shore» que ha involucrado a 72 jefes de Estado en todo el mundo, y el «Lava Jato» de Brasil, que ha desnudado una gigantesca trama de sobornos que involucra a empresas públicas y privadas y a políticos, un escándalo con derivaciones en once países de la región.
Sobre estos casos y las investigaciones judiciales que han disparado, Ugaz destacó que «por primera vez en la región se están viendo esquemas de ruptura de la impunidad».
canadian online viagra Enhanced levels of testosterone improve blood flow to the reproductive organs. Specializing in positive displacement and centrifugal technologies, the company now owns product lines that target a wide range of industries including power generation, oil & gas, commercial buy cialis canada and navy marine and industrial applications. Here at PrimaMed, we have found canada viagra sales sales rise not in times of stress but in times of crisis. Women may suffer from low stamina and this can be noted throughout the male lifespan. prix viagra pfizer https://www.unica-web.com/graphics/1981-images/unica50years011.pdf
«América Latina no solamente exporta futbolistas y corruptos, sino últimamente también está exportando modelos anticorrupción», dijo Ugaz, quien actuó como procurador en la causa por corrupción contra el expresidente peruano Alberto Fujimori.
A su turno, Isabel Groba Vieira, procuradora del equipo fiscal del caso «Lava Jato», explicó al detalle el origen y el desarrollo de este megacaso judicial, por el que ya han sido condenadas más de cien personas.
Groba Vieira dijo que, pese a los avances del caso, no basta con la «operación Lava Jato» para generar cambios profundos en Brasil.
«Queremos exportar una cultura no de corrupción sino de combate a la corrupción, pero sin modificaciones en el sistema de justicia criminal brasileño y sin cambios en el sistema político y electoral no habrá cambios en el país y el Lava Jato no conseguirá revertir la situación que se detecta», dijo la procuradora.
A su juicio, el sistema de justicia afronta riesgos, como el embate permanente de recursos de nulidad que pretenden paralizar las investigaciones o el alargamiento de los procesos en el tiempo.
«El tema de la corrupción es algo que nos tiene que unir a todos, para tratar de lograr empezar a desterrar este flagelo», dijo el ministro de Justicia argentino, Germán Garavano, al abrir el encuentro.
Garavano sostuvo que el desafío no es solo para el sistema judicial, sino también para avanzar en la aprobación de leyes que permitan combatir la corrupción y generar un «Estado más transparente».
La conferencia «La lucha por la corrupción» fue organizada por la UCA, el Ministerio de Justicia argentino, Poder Ciudadano -capítulo argentino de Transparencia Internacional- y el Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia. EFE